domingo, 6 de abril de 2008

La era de las turbulencias y el Capitalismo de pánico

Como la mariposa del proverbio que bate sus alas en un continente y finalmente provoca un huracán en otro.


Vamos hacia otro orden mundial caracterizado por la pluripolaridad global. Ese mundo pluripolar que podría estar plenamente instalado en la mitad de este siglo tendrá como uno de sus protagonistas a los Estados Unidos, lógicamente ya sin la fortaleza e influencia de hoy, coexistiendo y conviviendo con otros polos en el nuevo mapa geopolítico mundial.




Copias de las memorias del ex presidente de la Reserva Federal estadounidense, Alan Greenspan, "La Era de las turbulencias "




Greenspan, en una reunión en el Capitolio


Bush se acordó la pasada semana de la libertad de mercado como método de lucha contra la recesión. Lo hacía después de instrumentar un plan de estímulo a la economía de un 1% del PIB norteamericano, de contemplar con pasividad la debilidad del dólar para multiplicar sus exportaciones, y de ver cómo la Reserva Federal (Fed) baja una y otra vez el precio del dinero. Los republicanos aplican a la vez medidas fiscales, de tipo de cambio y de tipos de interés: un programa típicamente keynesiano.


Es muy sugerente que las memorias de Greenspan se puedan leer en esta coyuntura de turbulencias. Primero, porque el mito del profesor infalible no resiste el contacto con la realidad: el ex presidente de la Fed es mucho menos de lo que los medios de comunicación hemos hecho de él. Y a continuación, porque en sus páginas se refleja esa contradicción entre una ideología liberal radical (Greenspan se declara seguidor de la escritora Ayn Rand, partidaria del individualismo como egoísmo ilustrado) a la que también se ha de aplicar la teoría de la destrucción creativa de Schumpeter, tan querida por Greenspan. El gran problema inherente al capitalismo de nuestros días es el de que la destrucción creativa sea vista cada vez más a menudo, y por muchísimos ciudadanos, como mera destrucción.

En La era de las turbulencias, Greenspan acaba confrontándose con un correligionario, al que no reconoce como tal: el ex primer ministro liberal francés, Edouard Balladur, que en un soliloquio se preguntó: "¿Qué es el mercado? Es la ley de la selva, la ley de la naturaleza. ¿Y qué es la civilización? Es la lucha contra la naturaleza".


“Este periodo va a ser más difícil que cuando yo presidí la FED”


“Soy republicano y apoyo a McCain, al que conozco muy bien y respeto”

“Hay miedo de que el proteccionismo vaya más allá de lo recomendable”

“Las probabilidades de que lleguemos a una recesión son superiores al 50%”

“Está acabándose el periodo del crecimiento económico sin inflación”

“Les va a ir mejor a las economías que se abran que a las que traten de protegerse de la competencia”

"Por lo común, a una empresa que cometa una pifia fatal habría que dejarla estrellarse. Allan Greenspan

¿Quién puede aún dudarlo? La crisis que está contagiando al resto del mundo es ya "la más dolorosa desde el final de la Segunda Guerra Mundial". No lo afirma cualquiera, sino el propio Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal estadounidense (1). Dos cifras bastan para dar una idea de ese "dolor": En sólo sesenta días, las mil principales empresas del planeta han perdido 158.000 millones de euros, es decir, más que el Producto Interior Bruto (PIB) anual de países como la República Checa o Colombia. Y el valor bursátil de esas mismas mil grandes corporaciones, en los últimos ocho meses, ha disminuido en unos tres billones de euros, o sea más que la suma de los PIB anuales de Alemania y Brasil (2).

España no está a salvo. La crisis de los sectores ligados al "ladrillo" (léase, p. 3, el artículo de Aleksandro Palomo Garrido) empieza a trasladarse a las entidades financieras. Según el Banco de España, al cierre de 2007, las Cajas de Ahorro acumulan ya 1.600 millones de euros en créditos dudosos concedidos a constructoras e inmobiliarias.

Y todo parece acelerarse. El verano pasado, cuando estalló la burbuja de las hipotecas basura, la Reserva Federal estimaba que las pérdidas de los bancos se elevarían a unos 100.000 millones de euros. Hoy se calcula que se sitúan entre 200.000 y 300.000 millones aunque diversos analistas consideran que alcanzan, en realidad, los 600.000 millones. Y algunos expertos hasta sostienen que el volumen real de las pérdidas no es inferior a los dos billones de euros... (3).

Tan dispares apreciaciones -¡del uno al veinte!- de la verdadera dimensión de la crisis, contribuyen a agravarla. Traducen nerviosismo, ignorancia. Nadie parece saber nada, lo cual enloquece más al sistema. Y deja perplejos a los ciudadanos. Algunos analistas señalan lo siguiente: comparadas con un presupuesto familiar ordinario, las cifras citadas pueden parecer oceánicas y demenciales. Sin embargo, referidas a la vida ordinaria de la Bolsa, son por así decirlo normales y banales. Por ejemplo, si tomamos la cifra más generalmente admitida de 300.000 millones de euros de pérdidas, y si la comparamos con el volumen del mercado financiero, representa apenas una caída del 1% del mercado de acciones estadounidense (4). Algo que se produce habitualmente en Wall Street. Sin que nadie se preocupe. Y que banqueros y agentes de bolsa absorben de modo rutinario.

¿Por qué entonces ese granito de arena ha podido engendrar semejante crisis? Porque ha habido tanta especulación y tanto engaño, que ahora domina la desconfianza. Se extienden como regueros de pólvora los rumores. Y toca el sálvese quien pueda.

Lo cual no impide, en medio de lo que empieza a parecer un naufragio, que los carroñeros financieros sigan al acecho. Conducidos por su instinto depredador, sin importarles el destino de un sistema que se tambalea. Ellos son los culpables de la espectacular caída de Bear Stearns, el quinto banco de inversión del mundo.

Detalladamente, el New York Times (5) ha relatado cómo una jauría de especuladores que el diario califica de "Gang de Wall Street" y del cual formaban parte "algunas de las personas más poderosas de Wall Street y de Washington", organizó, en apenas tres días, la caída de Bear Stearns. Y, con la complicidad de la Reserva Federal, favoreció su compra -que el periódico llama "latrocinio"- en favor de JPMorgan Chase.

Metódicamente, desde la sede de este banco se lanzó una campaña de rumores, insistiendo en una pretendida falta de liquidez de Bear Stearns. Con llamadas telefónicas personales a grandes inversores, aterrorizándoles y empujándoles a retirar de inmediato sus fondos. En menos de cien horas, el precio de la acción se hundió de 70 a 2 dólares. El presidente de Bear Stearns, Alan Schwartz trató de lanzar una contraofensiva, demostrando, con documentos y pruebas, la falsedad de los rumores. No lo consiguió.

El propio Secretario del Tesoro (equivalente a ministro de Finanzas), Henry Paulson Jr, ex director ejecutivo del banco Goldman Sachs y que algunos sospechan que forma parte de la conspiración, intervino cerca del presidente de Bear Streans para darle el golpe de gracia. Dice el New York Times : "Le puso el cañón de la pistola en la sien: ‘o aceptas un acuerdo con JPMorgan, o abrimos expediente de bancarrota".

Da pánico. Al borde del volcán, estos especuladores aún aprovechan la inquietud reinante para obtener ganancias, a costa de quien sea. Encarnan la versión más infernal del capitalismo. Y lo peor es que hacen escuela. Ahora, muchos quieren cometer el mismo crimen: conseguir que el valor de un establecimiento bancario, en sólo tres días, se divida por 15. Y pueda ser adquirido a precio de ganga.

Desde entonces, a base de campañas de rumores, el valor del banco hipotecario Halifax Bank of Scotland (HBOS), por ejemplo, se ha desplomado un 18%. El del Lehman Brothers ha perdido un 20%. Y Union des Banques Suisses (UBS), atacado también por la especulación, ha tenido que desmentir que esté a punto de ser comprado por el Crédit Suisse.

Los especuladores saben que arriesgan poco. Están ahora seguros -es la otra lección del asunto Bear Streans- de que, en caso de dificultad, los Estados intervendrán. Porque los Gobiernos le tienen pánico a la posibilidad de que el derrumbe de un banco, por efecto dominó, sea capaz de hundir el sistema.

Hace unas semanas, renegando de su fe absoluta en el mercado, el Gobierno británico se vio obligado a nacionalizar el banco Northern Rock. Y en muchos países de sesgo neoliberal, donde no se ha cesado de repetir el sagrado mandamiento neocon según el cual "aún hay demasiado intervencionismo del Estado", hemos asistido a una multiplicación de intervenciones estatales: paquetes de medidas fiscales, reducción de tipos de interés, inyecciones de liquidez, y hasta nacionalizaciones. Medidas ruidosamente aprobadas ahora por los críticos de antaño. Y todas ellas -suprema inmoralidad- financiadas por los contribuyentes.

De nuevo se socializan hoy o se mutualizan las pérdidas, mientras ayer se privatizaban las ganancias y los beneficios. Y una vez más queda demostrado que el mercado, por sí solo, es incapaz de autorregularse. ¿Qué espera el Estado para poner límites por fin a este capitalismo de pánico?

Ignacio Ramonet
Le Monde Diplomatique


Notas:
(1) Financial Times , Londres, 17 de marzo de 2008.
(2) L'Expansion , París, marzo de 2008.
(3) Ibid.
(4) Jacques Cremer y Christian Gollier, "La faute à l'incertitude", Les Échos , París, 20 de marzo de 2008.
(5) International Herald Tribune , 19 de marzo de 2008.

8 comentarios:

Tita dijo...

ahi si como que mi reducida inteligencia y yo no hemos podido entender,por que tengo las sospechas de que la crisis, como todas las crisis tiene de todos los elementos menos de economicos, ese fue solo el putno de escape.

Oak dijo...

Roy, como no soy economista, las medidas para sostener una crisis mayor en USA pueden ser tan variables para mi, como las causas que la provocaron.

Considero que Estados Unidos tiene dos frentes que atacar, su enorme gasto en guerras y su situación inmobiliaria/fiscal que ya tiene su rato y como en todo, donde hay mucho dinero, uno no se da cuenta de la crisis hasta que, algunas veces, es demasiado tarde.

El índice de consumo de los gringos es muy alto. Autos nuevos, casas más grandes, tecnologías de punta, etc, hacen que todos "necesiten" estar al día con eso, de lo contratio, no se consideran personas exitosas y el fracaso es algo que no se acepta popularmente en USA, en términos económicos.

Es dífícil sostener un sistema de vida de ese tipo, aún para la economía más grande del mundo, en términos de consumo diría yo.

Y en relación a Greenspan, esas arrugas no son falsas, hay mucha experiencia, pero consiero que su posición de libertad total económica es un poco peligrosa.

Un abrazo

Roy Jiménez Oreamuno dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
gonzo dijo...

Roy,
La bolsa esta subiendo hoy y el indice VIX de volatilidad bajo -.64 el viernes. Hay cada vez menos incertidumbre en NY y el FED no ha anunciado mas "medidas de emergencia" (como la de salvar a Bear Stearns).

Un punto importante es que Greenspan esta hablando desde afuera. Aparte que parte de la crisis el tuvo la culpa. No le podes echar la culpa a Bernanke por 2 anos que lleva ahi solamente.

De nuevo tocan el punto este de Paulson y los intereses de Wall Street en Washignton. Si hubiera habido chorizo le hubieran dando el contrato a Goldman Sachs y no a JPMorgan Chase. El comprador de Bear Stearns es la competencia directa de Goldman Sachs. Eso es pura especulacion y tratar de desacreditar una medida exitosa que evito un panico generalizado.

"Y una vez más queda demostrado que el mercado, por sí solo, es incapaz de autorregularse." Quien conforma el mercado? O mas bien, quien toma desiciones en el mercado? Los seres humanos no son 100% racionales y toman desiciones pensando con el higado y no con el cerebro. Es importante regular el mercado para que no se cometan abusos (como puse en mi post). Pero una regulacion excesiva crea mas ineficiencias porque los recursos van a ser distrubuidos por la "misma naturaleza humana" que crea falle el mercado. Hay que buscar un mercado con regulacion para que no se cometan abusos, pero tratando de evitar que sean demasiadas para crear ineficiencia.

Terox dijo...

Como dice Gonzo, "ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre". Usualmente, la virtud está en el medio, como decía ArisTosteles, el panadero del barrio.

Aquí pasó un caso similar, ahorita no recuerdo el nombre, que SUGEF obligó a entrar en quiebra, y acaba de terminar de cancelarle a los acreedores (pagando incluso los enormes honorarios del "curador"). El pobre gerente, hasta pasó una temporada en la cárcel. Creo que incluso iba a contrademandar...

Y Greenspan, claro, ahora que está afuera, tiene todas las respuestas... típico economista... jajaja

Ya el hecho de que sea "Randiano", lo pone a uno a pensar...

fede dijo...

Roy muy interesante el artículo de Ramonet que publicaste. No hay duda que la política monetaria ya en el límite de la trampa de la líquidez que ya no funciona y a pesar de la política keynesiana; guerra en Irak, bonos al consumidor, etc. La economía de EEUU no da señales de salir de salir de su recesión. Creo que hay que agregar el asunto de expectativas y que en eso es muy importante la institución de la presidencia norteamericana. Creo que esto solo puede cambiar cuando haya un nuevo inquilino en la Casa Blanca como pasó después de la crisis económica del 29 al dejar el despacho presidencial Herbert Hoover y llegar Franklin Delano Roosevelt y crear una serie de nuevas esperanzas y expectavivas en la población norteamericana. Decía un exprofesor mío Kenneth Boulding que el New Deal de Roosevelt no fue tan profundo en reformas sino lo importante fueron los mensajes de esperanza de Roosevelt. Creo que después de 3 secretarios del tesoro, 2 recesiones, 2 guerras el pueblo norteamericano ocupa un nuevo inquilino que le genere nuevas expectativas y esperanzas.

T S dijo...

Todo lo que expones me da más fuerza a seguir luchando!!!
un beso amigo
ts

Anónimo dijo...

primero felicitarlo por el blog que esta estupendo. me permito hacer algunas diferencias con lo que aqui se manifiesta. sinceramente, no veo muchas diferencias en esta crisis con otras que ha tenido Estados Unidos, desde el punto de vista economico. mas de una vez el capitalismo ha demostrado su metamorfosis y asi su forma para levantarse, motivo por el cual no encuentro diferencias con lo que pasa ahora. obviamente que aqui no se plantea el fin de un sistema economico pero si la decadencia economica de un imperio. creo que no es tan asi, el ingrediente nuevo es la crisis politica, la falta de legitimidad mundial que tiene este imperio para seguir operando por el mundo. desde el punto de vista economico, la burbuja inmobiliaria la padece el mundo occidental, los mas poderosos tendran aun mas fuerzas para poder superarla. ojala sea la decadencia de un imperio, que permita que haya otros polos de poder en el mundo. fijense lo cortita que se volvio la utopia, pero las bipolaridades o tripolaridades son mucho mejor que el domunio absoluto. lo saludo desde tucuman, argentina y lo felicito por el sitio.