sábado, 1 de marzo de 2014

Se hace la guerra para ganarla, no porque sea justa.

La guerra, la peor de las tragedias que nos pueden ocurrir a los seres humanos, es la forma más errónea que disponemos los hombres para demostrar nuestra imperfección, es nuestra reiterada incapacidad de resolver nuestras diferencias por otros medios mucho más racionales y lógicos, mucho más humanos. El logro más elevado al que podemos aspirar, es llegar algún día a comprender y a concretar esta lúcida y profunda conclusión del cineasta, Ari Folman: “La guerra es terriblemente inútil”.




Por meter la cuchara donde no se debe, occidente y principalmente los EEUU han incitado a la oposición en Ucrania y otros países, logrando desestabilizar naciones.



El problema es que en Ucrania se están jugando las nuevas fronteras de Europa y además Crimea es una zona estratégica para Rusia y el OSO ruso no va a permitirse perder Sebastopol a ningún precio.




Parece que a la guerra se acerca peligrosamente a Ucrania y ya es casi un hecho que Ucrania traspasó la línea rojo rusa y se va a ir a la guerra.