Aumenta el número de refugiados y desplazados en el mundo a causa de la guerra y la extrema pobreza.- Irak y Afganistán son los principales escenarios de huida, pero los dramas de Darfur y Somalia añaden más dolor al continente olvidado.
Me preguntaban en el post anterior si todas las guerras son iguales o son diferentes, lo que podría agregar de mi parte es que mantienen un elemento en común, muerte, desolación, desplazamiento de millones de seres humanos, pobreza, miseria, y al final las guerras tienen un fin económico.
Aunque las guerras sean justas, causan graves calamidades y destruyen los sueños de todas y todos los involucrados en los conflictos, principalmente las poblaciones civiles.
Guerras necesarias, intervenciones e invasiones a países ricos en petróleo, pero lo más interesante es que occidente no se preocupa de lo que pasa en África, aunque miles y miles de seres humanos mueren en guerras por la ambición de unos pocos dirigentes.
Las guerras son diferentes, diferentes épocas, diferentes escenarios, diferentes motivos, diferentes armas de destrucción, diferentes tecnologías, diferentes circunstancias. Pero al final son guerras, que traen consigo destrucción de infraestructuras básicas en los países involucrados, sueños destruidos, familias destruidas y divididas por la guerra.
Hoy hay otra guerra, la guerra contra la pobreza, hoy asistimos a un momento clave en el panorama globalizado, escasez de alimentos, causados por fenómenos naturales, el calentamiento global, la distorsión de los tiempos de siembra, excesivas lluvias o prolongadas sequias.
Nunca podre olvidar un versículo de la Biblia que cambio mi forma de ver las realidades del mundo, hay una promesa que dice así: Y veremos la gloria de Dios en la tierra de los vivientes.
Me impactó saber que nos promete que veremos toda esa gloria a lo largo de nuestras vidas, no después de la muerte.
Entonces guerras justas, guerras diferentes, guerras y hambrunas, eso vive el mundo hoy en día. Dedico este post a esos millones de seres humanos que muchas veces no recordamos, y que sufren las calamidades que el propio ser humano ha creado, espero que algún día los países más ricos y poderosos, se acuerden que no solo sus intereses estratégicos, y geopolíticos, deben de estar presentes para intervenir en socorro de tantos seres humanos que gritan en silencio clamando por ayuda.
Son los gritos del silencio de nada más y nada menos que de 37 millones de tragedias y que son pasto de los señores de la guerra
Me preguntaban en el post anterior si todas las guerras son iguales o son diferentes, lo que podría agregar de mi parte es que mantienen un elemento en común, muerte, desolación, desplazamiento de millones de seres humanos, pobreza, miseria, y al final las guerras tienen un fin económico.
Aunque las guerras sean justas, causan graves calamidades y destruyen los sueños de todas y todos los involucrados en los conflictos, principalmente las poblaciones civiles.
Guerras necesarias, intervenciones e invasiones a países ricos en petróleo, pero lo más interesante es que occidente no se preocupa de lo que pasa en África, aunque miles y miles de seres humanos mueren en guerras por la ambición de unos pocos dirigentes.
Las guerras son diferentes, diferentes épocas, diferentes escenarios, diferentes motivos, diferentes armas de destrucción, diferentes tecnologías, diferentes circunstancias. Pero al final son guerras, que traen consigo destrucción de infraestructuras básicas en los países involucrados, sueños destruidos, familias destruidas y divididas por la guerra.
Hoy hay otra guerra, la guerra contra la pobreza, hoy asistimos a un momento clave en el panorama globalizado, escasez de alimentos, causados por fenómenos naturales, el calentamiento global, la distorsión de los tiempos de siembra, excesivas lluvias o prolongadas sequias.
Nunca podre olvidar un versículo de la Biblia que cambio mi forma de ver las realidades del mundo, hay una promesa que dice así: Y veremos la gloria de Dios en la tierra de los vivientes.
Me impactó saber que nos promete que veremos toda esa gloria a lo largo de nuestras vidas, no después de la muerte.
Entonces guerras justas, guerras diferentes, guerras y hambrunas, eso vive el mundo hoy en día. Dedico este post a esos millones de seres humanos que muchas veces no recordamos, y que sufren las calamidades que el propio ser humano ha creado, espero que algún día los países más ricos y poderosos, se acuerden que no solo sus intereses estratégicos, y geopolíticos, deben de estar presentes para intervenir en socorro de tantos seres humanos que gritan en silencio clamando por ayuda.
Son los gritos del silencio de nada más y nada menos que de 37 millones de tragedias y que son pasto de los señores de la guerra
El cuerno de África
Debido a su situación geográfica, cercano al Cuerno de África y a los acaudalados Estados del Golfo Pérsico, Yemen es tradicionalmente país de destino y tránsito para los refugiados y emigrantes. Todos los años, miles de personas arriesgan sus vidas para cruzar el estrecho en pateras que salen desde suelo somalí.
Situación dramática
Los movimientos de población cuentan con una larga historia, desde la tradicional trashumancia y el pastoralismo, a la emigración de mano de obra barata a los Estados del Golfo. Ahora, la inestabilidad política, los conflictos armados y las privaciones económicas llevan a la población a cruzar el estrecho de Adén en pateras. El año pasado lo hicieron más de 50.000 personas.
Los movimientos de población cuentan con una larga historia, desde la tradicional trashumancia y el pastoralismo, a la emigración de mano de obra barata a los Estados del Golfo. Ahora, la inestabilidad política, los conflictos armados y las privaciones económicas llevan a la población a cruzar el estrecho de Adén en pateras. El año pasado lo hicieron más de 50.000 personas.
Obligados a dejar sus hogares
La situación en Somalia es la peor en 15 años de conflicto. El recrudecimiento de la violencia es devastador y se ha alcanzado la cifra del millón de desplazados en todo el país. En Etiopía, la crisis alimentaria y el conflicto de Ogadén obligan a miles de personas a abandonar sus hogares. "No tenemos dignidad. Cuando vemos a los militares, temblamos de miedo", relata una mujer etíope.
Bossaso, punto de partida
Cerca de 300.000 personas viven actualmente en muy duras condiciones en asentamientos de desplazados esparcidos por Bossaso. Esta ciudad portuaria en Putland es el punto de partida a Yemen. El viaje hasta Bossaso desde el resto de Somalia o desde la vecina Etiopía es largo y peligroso, jalonado por innumerables controles de carreteras, abusos, robos, asaltos e incluso asesinatos.
Pateras de los traficantes
Las pateras no salen de la misma Bossaso, sino de algunos puntos de la costa a unas dos o tres horas de camino de la ciudad. Las mafias del Golfo de Adén son conocidas por su brutalidad: los abusos son moneda común. Barcas como ésta (abandonada en la costa yemení) cargan con entre 90 y 150 personas en un espacio para no más de 30. Sin agua ni comida, el viaje, de 300 kilómetros, puede durar 72 horas.
La muerte acecha
Cerca de la mitad de los barcos para lejos de la costa y obligan a los pasajeros a arrojarse al agua y nadar hasta la orilla en plena noche y sin fuerzas. Cuando llegan a la costa, un gran número está deshidratado y hambriento. Pero no todos tienen esa suerte. "Seis niños murieron porque no teníamos comida ni agua. Les tiraron al mar". Es el testimonio de una muchacha somalí al llegar a Yemen.
Trágico final
Muchos de ellos no sobreviven. Un grupo de somalíes contó que su barca de unos ocho metros, había zarpado con 148 pasajeros y volcó cuando se negaron a saltar. Sólo 49 llegaron a la costa. A lo largo de cinco kilómetros de costa, aparecieron hasta 56 cadáveres.
Sin piedad
Las palizas de los traficantes son tan brutales que más de la mitad de las curas son para tratar heridas de golpes. Las armas más habituales son palos, tubos, hebillas de cinturón o culatas de rifles. Algunos incluso sufren navajazos. "Los traficantes no tienen piedad ni siquiera si te estás muriendo delante de sus propios ojos", afirma un etíope.
La situación en Somalia es la peor en 15 años de conflicto. El recrudecimiento de la violencia es devastador y se ha alcanzado la cifra del millón de desplazados en todo el país. En Etiopía, la crisis alimentaria y el conflicto de Ogadén obligan a miles de personas a abandonar sus hogares. "No tenemos dignidad. Cuando vemos a los militares, temblamos de miedo", relata una mujer etíope.
Bossaso, punto de partida
Cerca de 300.000 personas viven actualmente en muy duras condiciones en asentamientos de desplazados esparcidos por Bossaso. Esta ciudad portuaria en Putland es el punto de partida a Yemen. El viaje hasta Bossaso desde el resto de Somalia o desde la vecina Etiopía es largo y peligroso, jalonado por innumerables controles de carreteras, abusos, robos, asaltos e incluso asesinatos.
Pateras de los traficantes
Las pateras no salen de la misma Bossaso, sino de algunos puntos de la costa a unas dos o tres horas de camino de la ciudad. Las mafias del Golfo de Adén son conocidas por su brutalidad: los abusos son moneda común. Barcas como ésta (abandonada en la costa yemení) cargan con entre 90 y 150 personas en un espacio para no más de 30. Sin agua ni comida, el viaje, de 300 kilómetros, puede durar 72 horas.
La muerte acecha
Cerca de la mitad de los barcos para lejos de la costa y obligan a los pasajeros a arrojarse al agua y nadar hasta la orilla en plena noche y sin fuerzas. Cuando llegan a la costa, un gran número está deshidratado y hambriento. Pero no todos tienen esa suerte. "Seis niños murieron porque no teníamos comida ni agua. Les tiraron al mar". Es el testimonio de una muchacha somalí al llegar a Yemen.
Trágico final
Muchos de ellos no sobreviven. Un grupo de somalíes contó que su barca de unos ocho metros, había zarpado con 148 pasajeros y volcó cuando se negaron a saltar. Sólo 49 llegaron a la costa. A lo largo de cinco kilómetros de costa, aparecieron hasta 56 cadáveres.
Sin piedad
Las palizas de los traficantes son tan brutales que más de la mitad de las curas son para tratar heridas de golpes. Las armas más habituales son palos, tubos, hebillas de cinturón o culatas de rifles. Algunos incluso sufren navajazos. "Los traficantes no tienen piedad ni siquiera si te estás muriendo delante de sus propios ojos", afirma un etíope.
No acaba el peligroso viaje
La mayoría de los que emprenden el peligroso viaje tienen entre 20 y 30 años. Yemen suele acoger sin problemas a los recién llegados, en especial a los somalíes, a los que reconoce como refugiados. Sin embargo, los etíopes se consideran ilegales. Por eso, temiendo ser arrestados, todavía exhaustos, muchos de ellos emprenden la marcha nada más pisar la costa.
La mayoría de los que emprenden el peligroso viaje tienen entre 20 y 30 años. Yemen suele acoger sin problemas a los recién llegados, en especial a los somalíes, a los que reconoce como refugiados. Sin embargo, los etíopes se consideran ilegales. Por eso, temiendo ser arrestados, todavía exhaustos, muchos de ellos emprenden la marcha nada más pisar la costa.
Condiciones precarias
Las patologías son las mismas que las identificadas en la playa, entre ellos el duelo traumático por haber perdido a seres queridos. Son habituales las reacciones de estrés agudo, la desesperanza y la pérdida de control, mientras sobreviven en condiciones muy precarias.
Las patologías son las mismas que las identificadas en la playa, entre ellos el duelo traumático por haber perdido a seres queridos. Son habituales las reacciones de estrés agudo, la desesperanza y la pérdida de control, mientras sobreviven en condiciones muy precarias.
Futuro incierto
En su mayoría, los somalíes pretenden quedarse en Yemén y buscar trabajo, mientras los etíopes intentan la entrada en Arabia Saudí. Muchos son deportados y vuelven a intentarlo cada año. Todos son conscientes de los riesgos, pero nadie quiere otra cosa, como relata una mujer somalí. "Me encontré con mucha gente en Bossaso que esperaba para embarcar para Yemen. No quieren regresar a Mogadiscio. Prefieren morir en el mar antes que volver a la guerra".
En su mayoría, los somalíes pretenden quedarse en Yemén y buscar trabajo, mientras los etíopes intentan la entrada en Arabia Saudí. Muchos son deportados y vuelven a intentarlo cada año. Todos son conscientes de los riesgos, pero nadie quiere otra cosa, como relata una mujer somalí. "Me encontré con mucha gente en Bossaso que esperaba para embarcar para Yemen. No quieren regresar a Mogadiscio. Prefieren morir en el mar antes que volver a la guerra".
14 comentarios:
Roy:
Completísimo informe. Impresionantes las fotos.
Hace unos días oí que nuestro mundo tiene alimentos para 12 mil millones de personas...
Dijo Albert Einstein (1879-1955):
«El nacionalismo es una enfermedad infantil, el sarampión de la humanidad... Nuestros libros de texto glorifican la guerra y encubren sus horrores. Inoculan el odio en las venas de nuestros muchachos. Yo quiero enseñar la paz, no la guerra. Quiero inculcar amor, no odio.»
Aunque las palabras de Einstein corresponden a otros tiempos y cada vez estamos más informados sobre los horrores de las guerras, aún no hemos encontrado una cura para esa enfermedad que nos hace odiar a los vecinos y matarnos unos a otros como bestias.
Saludos.
me ha gustado la cita de la biblia, pero "para dios todos están vivos, el dios de abraham, de jacob, de isaac, es dios de vivos y no de muertos", la tierra de más allá de la muerte es la tierra de los vivientes, aunque nosotros pensemos o percibamos que han muerto
Me acabo de meter en la pagina de internet de Obama y solo habla de tres puntos con la lucha de la pobreza:
a)Darfur
b)Congo
c)Liberia
En ningun lado se menciona a Somalia o a Yemen. Ademas, creo que son promesas vacias de campana y poco le va a importar si algun dia es electo presidente.
Africa es una incógnita tan grande que uno no se imagina ni por donde comenzar. Yo creo que sería interesante que los países petroleros del otro lado del Mar Rojo o del Golfo de Adén, se gastaran algunos de los milloncillos que les sobran en montar negocios productivos en Somalia, de forma que gente con ganas de trabajar no tuviera que arriesgar la vida para subsistir...
Alguna vez leí que al hombre le parece más catastrófico el primer raspón en su auto nuevo, que un millón de muertes en una guerra lejana. Por eso es importante traerlas en todo su horror al conocimiento cotidiano. Duro, pero importante tu mensaje, Roy
Un abrazo Graciela
El post impresionante, bien llevado, bien tratado... las guerras siempre han tenido las mismas fuentes, lo que cambian son los fundamentos... y los estragos que produce, pues cada vez mas crueles.
Por eso consideré en un momento semanas atrás que los 60 años de la Declaración de los Derechos Humanos había sido un gran fracaso... he aquí los resultados...
deja mal sabor de boca, es trágico, y siempre hago incapié en la indiferencia, el gran cómplice y sostén de esta industria
un abrazo
en verdad muy bue trabajo
Hola Roy como siempre poniendo la el dedo en la llaga.
Son cosas que golpean, uno quizás no lo siente y tampoco sabe el horror que vive esta gente, el carácter que es se un desplazado y/refugiado.
Lo de Darfur me llena de impotencia sin contar lo que sucede en toda la región.
Son más de 44 millones de personas en esa situación según CNN. Duele.
Roy, gracias por el lindo comentario en mi blog. Enriqueció.
Abrazo.
ojala algun dia valoremos la vida como dios nos la presenta y seamos mas humanos de corazon y no tan egoistas y egocentricos como se ha vuelto el mundo en el que vivimos ahora.
Saludos
olga.
Hoy arremetido por la gripe, estaba viendo, entre dormido y despierto, un programa de Fox, en que un mae todo galan salia a la calle, creo que el programa se trataba sobre farandula, sin embargo no queda excento el tema politico, el tipo fulol chema de flores y short, preguntaba a un poco de gente en alguna avenida en Malibu, y todoso decian que pro Obama, ojala y haga algo por su Africa natal.
Es triste como existen tantísimas personas en estas condiciones de vida. Siento una sorpresiva e increíble impotencia en un momento de mi vida en el que ya no quiero salvar al mundo.
Pero, ¿cómo pensar en uno mismo cuando esto sucede?
Excelente tu blog. Felicidades.
Hoy hay otra guerra, la guerra contra la pobreza, hoy asistimos a un momento clave en el panorama globalizado, escasez de alimentos, causados por fenómenos naturales, el calentamiento global, la distorsión de los tiempos de siembra, excesivas lluvias o prolongadas sequias.
Simplemente me hiciste tiritar....
Cada dia tu blog me gusta más
Muy triste lo que está pasando en África... Me gustaría poder hacer algo por esos refugiados.
Saludos.
Roy:
La cuestión de los refugiados es, ante todo, una cuestión de humanidad y de la Humanidad.
Sadako Ogata, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Refugiados.
De Los refugiados de nuestro tiempo. Imágenes trágicas. Imágenes de esperanza. Fotografías de Sebastiao Salgado.
Carlos Alberto:
Creo que los alimentos sobran, lo que falta es que el ser humano desee compartirlos con los que menos tienen.
Saludos
Amor:
Gracias, ese versículo es muy profundo, yo anhelo la gloria de Dios para todos los seres humanos.
Saludos
gonzo:
Promesas de promesas, habrá que ver quién gana las elecciones y hacia donde pondrán sus miradas.
Saludos
terox:
Además de ser toda una incógnita, es un continente rico, en todos los sentidos.
Pero como dices vos todos esos milloncitos que les sobran como que no tienen cabida, para un continente tan olvidado, por la mano del ser humano.
Saludos
Graciela:
Bienvenida, que ejemplo más duro de digerir el que pusiste.
A veces lo sabemos diferenciar lo urgente de lo que es verdaderamente importante.
Saludos
Fabio:
Gracias, claro que leí tu post de la declaración de los 60 años de la Declaración Universal de los Derechos humanos. Tal vez el problema es que esa declaración da por sentado que todos los seres humanos somos iguales, y con los mismos derechos y obligaciones.
Pero el mundo nos ha demostrado que no, y como dices las guerras son las mismas pero los fundamentos son diferentes.
Debemos luchar por los derechos humanos de todas y todos los seres humanos, ya que todos somos iguales, pero lastimosamente unos son más iguales que otros.
Saludos
Rammeses:
A veces se siente la impotencia, pero por lo menos empezamos a cuestionarnos, y a tenerlos presentes en nuestras mentes, creo que es un principio importante.
Saludos
Olguis:
Deberíamos ser menos mezquinos y más bondadosos de corazón, con los que menos tienen y con los que sufren, estoy de acuerdo contigo.
Saludos
Warren:
Eso mismo pienso yo, Gonzo cree que es pura politiquería, pero nuestras raíces son como el llamado de la selva, yo creo que Obama, jamás podrá pasar por encima del hombro, no sentir el sufrimiento de los pueblos africanos, de donde es su padre.
Esperemos que así sea si el llega a ser presidente de los EU.
Saludos y espero que te mejores.
xwoman:
No importa que sientas impotencia, no hay que darse por vencidos, creo que debemos ser solidarios, aunque sea en nuestras oraciones, por algo se empieza, se hace camino al andar.
Saludos
Mi despertar:
Muchas gracias por tus palabras.
Saludos
Alejandro:
Deben haber ONG que ayudan a esos miles de miles de refugiados, expatriados y desplazados, creo que en la red debe haber algo.
Me gusta ese sentimiento tuyo de solidaridad y de necesidad de ayuda, por eso se que se pueden cambiar las cosas.
Saludos
Carlos Alberto:
Claro que es de humanidad y de la humanidad, el problema es en donde esta esa humanidad, en el socoro de ellos.
Saludos
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