lunes, 5 de noviembre de 2007

Multipolaridad , el papel destacado de China y los guerreros de Terracotta.


El 25 de abril de 2001, durante una entrevista en la televisión nacional, le preguntaron al presidente Bush si jamás utilizaría “toda la fuerza de las fuerzas armadas de EE.UU.” contra China por cuenta de Taiwán. Respondió: “Todo lo que se necesite para ayudar a Taiwán a defenderse”. Ésta fue la política estadounidense hasta el 11-S, cuando China se sumó con entusiasmo a la “guerra contra el terrorismo” y el presidente y sus neoconservadores se preocuparon de su “eje del mal” y la guerra contra Iraq. Estados Unidos y China también gozaban de relaciones económicas extremadamente estrechas, que el ala del gran capital del Partido Republicano no quería poner en peligro.


El Medio Oriente por lo tanto desvió la política asiática de los neoconservadores. Mientras los estadounidenses estaban distraídos, China continuó con sus actividades económicas durante casi cuatro años, emergiendo como el motor de Asia y un nódulo organizador potencial para las economías asiáticas. China, en rápida industrialización, también desarrolló un apetito voraz por petróleo y otras materias primas, que la pusieron en competencia directa con los mayores importadores del mundo:
EE.UU. y Japón.


China firmó importantes acuerdos de inversión y comercio con Argentina, Venezuela, Bolivia, Chile, y Cuba. De particular interés, en diciembre de 2004, el presidente Hugo Chávez de Venezuela visitó China y acordó darle amplio acceso a las reservas petrolíferas de su país. Venezuela es el quinto exportador de petróleo del mundo por su tamaño y vende normalmente cerca de un 60% de su producción a Estados Unidos, pero bajo los nuevos acuerdos se permitirá a China que opere 15 campos petroleros maduros en el este de Venezuela. China invertirá cerca de 350 millones de dólares para extraer petróleo y otros 60 millones en pozos de gas natural.


¿Por qué iba a significar la emergencia de China como país rico y exitoso una desventaja para Japón o Estados Unidos? La historia nos enseña que la reacción menos inteligente a este desarrollo sería tratar de detenerlo mediante la fuerza militar. Como dice un chiste en Hong Kong, China acaba de tener un par de siglos malos y ahora está de vuelta. El mundo tiene que ajustarse pacíficamente a sus legítimas demandas – una de las cuales es que otras naciones dejen de militarizar el problema de Taiwán – mientras frena esfuerzos poco razonables de China de imponer su voluntad en la región. Por desgracia, la tendencia de los eventos en el Este Asiático sugiere que podríamos ver una repetición del último conflicto Chino-japonés, sólo que esta vez
EE.UU. probablemente no esté del lado vencedor.



Nuestro presidente don Oscar Arias, apuesta a China y es su viaje reciente al gigante asiático, y en medio de los Guerreros de Terracota, se decía asimismo en vos baja, made in China y Taiwan go home.

8 comentarios:

Recomenzar dijo...

No leo blogs como el tuyo ya que poco entiendo lo que está pasando en el mundo.Quizás sea una soñadora trato de rodearme de ondas positivas que le dan a mi vida un color diferente.pinto escribo amo y veo el sol todas las mañanas.Pero te leo porque hay garra ...detrás de las letras...y eso me encanta tanto o más que los escritos.Saludos con sabor a mar de Miami

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Mi despertar:
Gracias por tu visita, cuando pueda lea algo, así aprendemos ambos.
Tu blog me encarta, es tan sensual

Anónimo dijo...

¿Dictadura en Costa Rica?

Unknown dijo...

Saludos, Roy y... agradecidísimo por tu visita; por aceptar mi invitación. Más lustre o más brillo para mi blog. Valoro tu tiempo, y tiempo y medio invertiste según advertí claramente. Un gusto tu contacto.
Sobre Chinaaa... hay tanta tela que cortar.
Yo estoy de acuerdo con esta nueva relación, justa y necesaria, aunque en total desacuerdo con, cómo se manejó la ¿diplomacia? con Taiwán. Como de costumbre: por debajo de la mesa o sin dar la cara de frente ni oportunamente, sin las merecidas explicaciones después de décadas de relación... porque no se trataba de solicitar permiso a Taiwán, como un día dijo uno de los de arriba, del gobierno, se trataba de, de inmediato, apenas China "nos" pasó por la cabeza y "nos" sentimos tentados a buscarla, de inmediato haber hablado claro con Taiwán. ¡Con diplomacia! Luego, si a pesar de presentarle a Taiwán, de frente y con respeto, como amigos que hemos sido -no de pedirles permiso-, las explicaciones del caso sobre la conveniencia para Costa Rica, dadas las circunstancias, de iniciar relaciones con China, los Taiwaneses se hubiesen molestado por no querer comprender... pues, hubiese sido simplemente problema de ellos, pero, nosotros, hubiesemos cumplido nuestra parte con altura, con dignidad, con diplomacia... sabiendo negociar. Pero en nuestro país, Roy, "carecemos" de capacidad para manejar todo eso que se debe manejar con lo que detrás de la frente debiésemos... un cerebrito bien puesto y lucido. Manejar las cosas de frente y claramente, sin agacharse y esconderse, y sin sorprender por la espalda... es parte de tantas cosas y tantos temas que debemos eliminar de nuestra querida y bien ponderada idiosincrasia.
Acertado tu comentario, Roy. Me gustan, este y el otro que terminé de leer porque lo había leído a medias, por las carreras...
Saludo cordial y fuerte abrazo, Roy. Sigamos en contacto; un gusto para mí...
Te voy a dejar, sin el ánimo de abusar de tu espacio, un comentario que me publicaron hace dos años -2005- en el Semanario Universidad, La República y el Eco C., sobre China y...

Unknown dijo...

Este es, Roy, el comentario que te mencioné anteriormente -disculpas por el espacio-:

"Ok, la Tierra. . . ¡es redonda!"

No es cuento chino.
Al mundo hasta le llaman Globalizado.
Pero, así como para unos que hablan español, americanos son los “gringos”, nosotros los “ticos” no, en materia de comercio, algunos creen que para los costarricenses, comerciantes: son solo los estadounidenses. ¡A cualquier precio! ¡Qué contradicción!
¿O el mundo se nos volvió cuadrado?
Pues no. Y nadie tiene el "derecho de llave" de este monumental centro comercial, el que, como negocio, también es redondo. Son muchos con quienes se puede negociar, sin dejarnos arrinconar.
¿Un ejemplo?: China.

Los imperios y las potencias se levantan y caen. Mientras unas fallecen, otras surgen y crecen. Entre ese vaivén, China ya ha estado en la cúspide, como máximo exponente del avance de la humanidad.

Uno de sus momentos de gloria data del siglo XV, en tiempos del emperador Zhu Di. China tenía tal poderío, que su armada, liderada por el almirante Zheng He, era capaz de engullirse, sola, sin alianzas, a todas las flotas del mundo juntas. Siendo los chinos los primeros extranjeros en poner los pies sobre muchos territorios, y continentes. Los verdaderos descubridores del "Nuevo Mundo" (Entre algunas referencias sobre esto, están las recientes investigaciones de Gavin Menzies).
Aún así, no asumieron actitudes colonialistas e imperialistas.

Hoy de nuevo el mundo se sorprende y se impresiona con ellos. Algunos en occidente, se asustan, porque temen perder sus negocios, el control y el poder, que a veces les permite pasar por encima de organizaciones y naciones.
Por eso, sus “expertos” especulan con nefastas conclusiones. ¡Cada "manganzón" juzga por su opinión! Y echan mano a una Guerra Fría, por decirlo o copiarlo, porque de fría, nada. Menos al calor y bochorno que experimentan, ante los acontecimientos de ese gigante que estuvo dormido.


Ante casos como el chino, nos urge tomar nota y copiar semejantes ejemplos de gallardía y tesón, de organización y trabajo.
Pues en ésta, la tierra de "Paco y Lola", la "masa" que se debe organizar y “amasar” para salir avante, es un "pedacito" de istmo y un "puchito" de gente, y aún así, no somos capaces de acomodarnos y llevar a buen puerto las cosas, ni lo más urgente.

De ahí que nos vemos tentados a entregarnos o vendernos barato.
Y decimos que no hay remedio. En lugar de, con vergüenza y entereza, de una vez por todas organizarnos –organizándose primero los gobiernos- para ponernos a caminar por nuestros propios medios; y poder hacer negocios con voz y voto, como se debe, sin engaños ni temores de por medio.
Así, los tratados comerciales los veríamos como tales. No como programas de beneficencia o tablas de salvación, de emergencia.
Como dicen en el fútbol: Para triunfar, debemos depender de nosotros mismos, de nuestros propios resultados. No del supuesto favorcito o la caridad que nos venga de otro lado.

Qué pena que siendo el planeta redondo y el mundo globalizado, hay brújulas que apuntan para un solo lado… hacia el norte. Creando así un mundo irreal... ¡Cuadrado y muy limitado!

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Warren:
Muchas gracias por su comentario, su artículo esta muy interesante.
Casi toda mi vida me he relacionado con ciudadanos de China, por eso me llama tanto esa cultura, y no me sorprende el despege vertiginoso de ese gigante, que yo no lo llamo dormido, estaba en invernación.

Después de los acontecimientos de la plaza de Tianamen, volví a sentirse China, hoy por hoy se vislumbra como la primera potencia comercial y militar del mundo.

Esperemos ver que nos depara China, que hasta en el libro de Apocalipsis es mencionada.
Gracias

Unknown dijo...

Roy, corrijo un pequeño gran dedazo que te dejé en el anterior comentario; este es el trozo por correjir...

"Manejar las cosas de frente y claramente, sin agacharse y esconderse, y sin sorprender por la espalda... es parte de tantas cosas y tantos temas que debemos INCLUIR en nuestra querida y bien ponderada idiosincrasia"

RMS dijo...

Bueno, China es un gigante pero con pies de barro. Gobernada por una mafia comunista que ha hecho de la corrupción su moneda corriente.
Dará mas de un dolor de cabeza, en realidad ya lo esta dando.
Un saludo.