La eficacia estética y mediática del presidente de Estados Unidos es muy superior a la que nunca logró Bush. Confía en la fuerza de la palabra para conseguir sus objetivos políticos y convencer a sus adversarios.
Bush utilizaba su discurso mediático para engañar, tergiversar, ocultar.
Obama deja traslucir en cambio un mensaje inequívoco de sincera y auténtica veracidad.
"Obama nos da una imagen totalmente diferente como país en el mundo"
"El Gobierno Bush permitió que la ideología triunfara sobre la realidad"
"Hay un equilibrio y una interrelación entre la diplomacia y el uso de la fuerza"
"EE UU pensó que en Irak todo se resolvería con una breve ocupación"
Obama deja traslucir en cambio un mensaje inequívoco de sincera y auténtica veracidad.
"Obama nos da una imagen totalmente diferente como país en el mundo"
"El Gobierno Bush permitió que la ideología triunfara sobre la realidad"
"Hay un equilibrio y una interrelación entre la diplomacia y el uso de la fuerza"
"EE UU pensó que en Irak todo se resolvería con una breve ocupación"
El cambio de ciclo político global que significó la llegada del primer presidente negro a la Casa Blanca ha impuesto también un giro copernicano en la manera de ejercer el poder hegemónico de Estados Unidos a escala planetaria. Si utilizamos la convencional distinción entre poder duro y poder blando que popularizó Joseph Nye, está claro que semejante inversión en la metodología imperial ha supuesto pasar del uso preponderante que hacía George W. Bush de la amenaza militar, como principal palanca para vencer toda posible resistencia doblegando la voluntad de propios y extraños, a un uso secundario aunque no por eso menos significativo de la misma por parte de Barack Obama, quien confía ante todo en la fuerza de la palabra para conseguir sus objetivos políticos convenciendo a los demás de la conveniencia de sus designios.
Y para reflejar el contraste entre ambas estrategias de dominación, nada mejor que comparar dos concretas demostraciones de poder que manifiestan su opuesta forma de concebirlo y ejercerlo. Por parte de Bush, su tour de force ocurrió el 1 de mayo de 2003, cuando se escenificó su desembarco, con una cazadora de piloto de combate rotulada con el rango de "Comandante en Jefe", a bordo del cazabombardero Navy One en la cubierta del portaviones Abraham Lincoln bajo un estandarte con la leyenda "Misión cumplida". Ostentación de poderío militar en estado puro, como exaltación de gloria bajo un virtual arco del triunfo tras el fin del paseo militar que supuso el bombardeo, invasión y ocupación de Irak. Y por parte de Obama, su equiparable pero contrapuesta demostración de fuerza tuvo lugar el pasado 4 de junio, cuando pronunció su celebre discurso en la Universidad Islámica de El Azahar en El Cairo, frente a un público de estudiantes, académicos y autoridades, ante los que manifestó su voluntad de reconocer al Islam y de contener a Israel. Un discurso sobre el que habrá de volver una y otra vez.
No obstante, si hilamos algo más fino, advertiremos que este contraste entre el halcón y la paloma, entre el poder duro y el light, es más aparente que real. Es verdad que resulta impensable por parte de Obama un abuso de poder imperial como el Anschluss de Irak arbitrariamente decidido por Bush (pero ahí está su refuerzo de la ocupación de Afganistán, que puede suponer para él lo que representó Vietnam para Kennedy y Johnson). Ahora bien, al decir que conviene matizar no me refiero al poder duro, que siempre será esgrimido por un presidente estadounidense aunque sea de forma tan discreta como lo hace Obama, sino al soft power, que no es en absoluto inofensivo, irrelevante o light. En realidad, también George Bush esgrimió todo su poder blando, y lo hizo además con mucho mayor descaro que ningún otro presidente estadounidense hasta la fecha. ¿O es que acaso su fingido aterrizaje en el portaviones, disfrazado de Top Gun, no fue una demostración de poder blando: una puesta en escena pura y dura, como deliberado montaje de política-ficción? De hecho, incluso la propia invasión de Irak, retransmitida en directo como un acontecimiento mediático y un espectáculo de masas, no fue en realidad más que un ostentoso ejercicio de guerra virtual (según la denomina Michael Ignatieff): unas grandes maniobras militares de tiro al blanco, con abundante derroche de medios, de inermes víctimas ajenas (aunque luego también propias) y de hollywoodenses efectos especiales. Una mal llamada guerra que no tenía objetivos militares sino exclusivamente políticos, pues lo que se pretendía era escenificar una costosa producción de infoentretenimiento (programas informativos diseñados y editados para impresionar favorablemente a la audiencia), como eficaz método de seducir y cautivar electores. Es la técnica de la manipulación informativa conocida como storytelling, o arte de contar medias verdades o mentiras enteras como si fueran historias entretenidas, en el que era experto y maestro consumado su Doctor Spin particular, el gurú electoral Karl Rove.
En suma, Bush utilizaba su poder duro al servicio de su poder blando, como mejor forma de interesar y ganarse al público espectador. Entonces, ¿qué diferencia hay entre el ejercicio del poder que hace Obama y el que hizo Bush? ¿O es que no hay ninguna, pues ambos tratan de quedarse con nosotros manipulando la información con técnicas de storytelling? A mi juicio, existen claras diferencias entre ambas versiones de poder blando, por mucho que las dos recurran en común al discurso mediático. Algunas de estas diferencias son morales, porque allí donde Bush sólo pretendía con su discurso engañar, tergiversar y ocultar, Obama deja traslucir en cambio un mensaje inequívoco de sincera y auténtica veracidad. Otras diferencias son funcionales o técnicas, pues la eficacia estética y mediática del discurso de Obama es muy superior a la que nunca logró Bush, a juzgar por el crédito que el público le presta y la confianza que está mereciendo de la audiencia, quizás en parte debido a su experta explotación de las redes sociales de Internet.
Pero la superioridad del poder blando de Obama se debe a razones conceptuales, más que psicológicas o tecnológicas. Se trata de dos poderes blandos completamente distintos, pues el de Bush recurría al poder emocional de la imagen, que sólo afecta al homo videns de Sartori como impresionable y estupefacto espectador, mientras que el de Obama apela al poder lógico de la palabra, que interpela tanto al homo sapiens como al zoón politikón. El infoentretenimiento del storytelling, del que tanto se usa y abusa en la teledemocracia o democracia de audiencia, frente a la oratoria ciceroniana del discurso conceptual (según glosó Charlotte Higgins, crítica literaria de The Guardian, como causa del triunfo electoral de Obama en noviembre pasado). Es el contraste magistralmente expuesto en un libro premonitorio escrito hace más de 20 años, Divertirse hasta morir, del desaparecido Neil Postman, donde se contraponían dos formas de comunicación política: el estupefaciente y manipulador infoentretenimiento actual, denunciado por el título del libro, frente a la oratoria de los padres fundadores de la República estadounidense, culminada en la figura de Abraham Lincoln. Ese mismo Abraham Lincoln que hoy es el guía espiritual de Barack Obama, cuando diseña la estructura lógica de sus discursos destinados a hacer pensar al oyente para que cuestione y modifique su actitud ante la realidad.
Y para advertir la diferencia entre ambas modalidades de soft power, nada mejor que partir de una afirmación atribuida a Karl Rove, el contador de historias que montaba el escenario para George Bush. En un artículo del diario The New York Times publicado en 2004, Ron Suskind relató que, tras objetarle la falta de realismo de su política, Karl Rove contestó: "ustedes creen que las decisiones surgen del análisis de la realidad, pero el mundo ya no funciona así; ahora somos un imperio, y cuando actuamos, creamos nuestra propia realidad" (Christian Salmon, Storytelling, pág. 185, Península, 2008). Pero para crear una nueva realidad, de propiedad privada, hay que destruir la anterior realidad, de propiedad pública: es lo que hizo la política de tierra quemada practicada por Bush, que como el caballo de Atila destruyó la hierba bajo sus cascos allí por donde pisaba. Pero Barack Obama no pretende destruir la realidad para reconstruirla a voluntad de acuerdo a su interés privado. Por el contrario, intenta respetar la realidad en nombre del bien común y en bien del interés general. Y eso tampoco significa permanecer en un tibio término medio equidistante frente a las injusticias de la realidad. Antes al contrario, Obama opta por intervenir con discursos como el de El Cairo. Y lo hace no para crear otra nueva realidad imaginaria como la de Rove y Bush sino para proponer al público otra nueva definición de la realidad común en la que convivimos todos. Una nueva definición de la realidad que, si llegara a ser compartida por las partes en juego, podría contribuir a transformarla en dirección a un futuro más justo.
Pero con ello nos salimos de la estrecha definición del poder blando que maneja Nye para entrar en la mucho más compleja definición de poder simbólico que propuso Pierre Bourdieu: la capacidad de proponer y hacer compartir una nueva interpretación más justa de la realidad.
Enrique Gil Calvo es profesor titular de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.
15 comentarios:
Espero no tener que morderme la lengua mas adelante pero de Obama a Bush hay una diferencia de 100 a -100. Se ve en sus actos, su discurso, sus acciones, Obama no espero para que pudieramos ver grandes cambios en la politica intern y externa de USA.
Y ahi es cuando me pongo que no es imposible tener buenos lideres, que deseen trabajar por lograr un cambio positivo para todos, que aun hay voluntad a pesar de las trabas, hay ganas de hacer las cosas.
Pero sabes que es ahora lo que mas miedo me da... cuando Obama ya no este... quien va a seguir? Quien seguira el buen camino o sencillamente lo destruira.
Toas Men
Qué articulo más elevado... ¿será para algún curso de sociología?
Como dice Andrés, ojalá y no nos mordamos la lengua después...
Desde la campaña electoral, el mundo entero ha forjado una esperanza alrededor de Obama. CAda día se espera algo más de èl.
Una de sus cualidades es su oratoria, convincente pero realista. Eso les gusta a todos. Críticos y analístas. Yo resalto la gran labor fotogràfica y de imagen que va a su lado. La calidad y buen trabajo de las tomas, el ambiente y escenografía. Su porte, todo es notable!
Ahora me pregunto si no será más bien que la esperanza, como la belleza (y al parecer la justicia), se halla en el ojo del espectador.
Obviamente Obama es distinto de sus predecesores... salta a la vista, pero tal vez esa cuidada imagen es simplemente el producto del contraste que surge cuando se le compara con ellos, y no algo premeditado y deliberadamente calculado... sobre todo, para una audiencia (mundial) que necesita (desesperadamente) creer en un cambio...
Andrés:
Yo sigo apostando por Obama, ya la presidencia imperial quedo atrás con los ocho años de infamia de G.W.Bush.
Y pienso que el que vaya a ser el próximo presidente de los EEUU, después de la era Obama, deberá ser aún mejor que él, jamás se va a escoger uno que haga retroceder el nuevo mundo que entre todos estamos construyendo.
Saludos
Terox:
Tienes mucha razón es un ensayo verdaderamente elevado, trate de dar apoyo buscando y leyendo en la red de Internet, ciertos aspectos del artículo que se mencionan, para asi tener una visión mejor del ensayo.
Dos de los autores que se mención yo los leí cuando estudie ciencias políticas, y te puedo asegurar que nunca nos vamos a morder la lengua por lo que Obama va a hacer.
Saludos
Capricornio:
Exacto todo es notable, desde el inicio de la campaña pasada en los EEUU, empecé a coleccionar las fotos que más me gustaban de Obama, y las uso para acompañar algún artículo que habla de él.
El manejo mediático es brillante, aunque hay un bloguero que dice que Obama no es brillante en discursos, que todo es montado, algo que no creo.
Saludos
Terox 2:
Yo creo que no es premeditado, sino que esa es la personalidad de Barack Obama, fluido y natural, y encanto al mundo, es más siendo candidato el mundo se enamora de él, aunque ese bloguero al cual me refiero, decía que Obama se creía una estrella de rock y que no era el mundo el que lo iba a elegir.
Ese si se mordió la lengua, ya que arraso hasta en los estados que menos esperaba como la Florida.
Y es que después de ocho años de unilitarismo por parte de G.W. Bush, el mundo vio en e´l y los EEUU profundo, que con Obama podía haber un cambio radical y creo que no nos equivocamos.
Si se mercadeo, pues lo hizo bien y se vendió muy bien.
Saludos
Siempre hay y habrá mercadeo y estrategia alrededor de las imágenes de poder.Mensajes subliminales para ser leídos y entendidos.
Pero a parte de toda la simbología,creo que llegó alguien nuevo, con una visión y un entendimiento del poder, distinto y fresco.
Espero que los viejos vientos, no lo curtan
Un abrazote
Gizz
Me gustó tu manera de mostrarnos la diferencia entre los dos presidentes. Parece una clase maestra.
Te dejo un beso Roy, que tengas un lindo día!
A mi esta administración me demostró su realismo político en sus relaciones con la entrega de las periodistas norteamericanas en manos de las autoridades norcoreanas. Creo que con la administración Bush eso no hubiera sido posible. La administración Obama ha bajado el tono de la confrontación con Corea del Norte pese a la actitud de esta última. Durante la administración Clinton pasó algo parecido Carter negoció con Kim Il Sung antes que este muriera para que no hubiera un enfrentamiento entre ambas naciones. Creo que hay un realismo importante que aplican las administraciones demócratas a la hora de enfrentar sus enemigos el realismo antes de la ideología como dice el post.
A mí Obama cada vez me cae más bien. Sobre todo cuando lo ataca tanto la extrema derecha.. Por algo será...
yo creo que es un tema mas de fondo que de forma: Obama tiene fe, Bush es un paleto fascista
… con la mirada atenta…
Como es habitual, un estupendo análisis.
... saludos, Roy
CR & LMA
____________________________
OBAMA
MIENTRAS NO LE CORTEN EL AGUA EN EL CONGRESO SEGUIRÁ FLUYENDO:=)
BESITOS DE LUZ
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