martes, 13 de mayo de 2008

Lo mejor del mundo, la música: La música ha sido mi lengua, mi arma


Hace unos meses dedique un post a Daniel Barenboim y lo llame,Lo mejor del mundo :la música , hoy retomo este mismo título ampliado, para ver el punto de vista de este estraordinario músico que no tiene fronteras, y con un pensamiento de avanzada, me hace sentir con esperanza para el futuro. Sus abuelos paternos como maternos eran judíos rusos que huyeron a Buenos Aires durante los pogromos de 1904.

Sin embargo, la historia de sus abuelos paternos es muy especial. Cuando llegaron al puerto de Buenos Aires (él con 16 años, ella con 14), después de una larga y espantosa travesía, les anunciaron que sólo las familias podían desembarcar, porque el cupo de solteros ya estaba cubierto. Los dos estaban solos y mi abuelo agarró a mi abuela y le dijo: "¡Casémonos!". Y así lo hicieron. Una vez en tierra, cada uno se fue por su lado. Después de dos o tres años se reencontraron por casualidad, se enamoraron y pasaron el resto de su vida juntos


Daniel Barenboim 2004 (1)

Desde 1952 poseo pasaporte israelí. Desde que tengo 15 años viajo por el mundo en mi calidad de músico. He residido en Londres y en París, y durante años he vivido entre Chicago y Berlín. Antes de tener pasaporte israelí, lo tenía argentino; y después adquirí el español. Además, en 2007 me convertí en el único israelí del mundo que también puede enseñar un pasaporte palestino en los puestos fronterizos israelíes. Soy, por así decirlo, una prueba patente de que sólo una solución pragmática basada en la existencia de dos Estados (o, mejor aún, aunque suene absurdo, una federación de tres Estados: Israel, Palestina y Jordania) puede llevar la paz a la región. ¿Cómo respondo a quienes me dicen que soy ingenuo, sólo un artista? Les digo que, aunque de niño estrechara la mano de Ben Gurion y de Simon Peres, no soy un político: lo que siempre me ha interesado es la humanidad, no la política. En ese sentido, me siento capaz de analizar la situación y, como artista, especialmente capacitado para hacerlo.

Desde la década de 1960 no me siento cómodo en Israel. Por supuesto, es mi patria; mis padres vivieron allí y ambos están enterrados en Jerusalén. Siempre que ha habido guerra en Israel, he tocado en el país: en 1956, 1967 y 1973. La música ha sido mi lengua, mi arma. Sin embargo, después del Septiembre Negro de 1970, Golda Meir dijo: "¿Por qué se habla de los palestinos? ¡Nosotros somos el pueblo palestino!". En ese momento caí en la cuenta de que esa posición era moralmente inaceptable. Sí, los judíos tenían derecho a un Estado propio y también a este Estado concreto. El Holocausto y la culpabilidad de los europeos después de 1945 incidieron aún más en esa reivindicación. Sin embargo, se olvida con demasiada facilidad que existía un sionismo moderado, que desde el principio personas como Martin Buber declararon que el derecho a tener un Estado judío debía hacerse aceptable para la población local, para los no judíos. Por su parte, el sionismo más combativo no profundizó en esta mentalidad. Incluso hoy en día sigue basándose en una mentira, es decir, que la tierra ocupada por los judíos estaba vacía.




Llegada del buque Exodus, repleto de supervivientes del Holocauto, al puerto de Haifa en 1947.


En la actualidad, muchos israelíes no tienen ni idea de lo que sienten los palestinos, de cómo es la vida en una ciudad como Nablus, una prisión con 180.000 reclusos en la que no hay ni restaurantes, ni cafés ni cines. ¿Qué ha ocurrido con la famosa inteligencia judía? Ni siquiera estoy hablando de justicia o de amor. ¿Por qué se continúa alimentando el odio en la franja de Gaza? Nunca podrá haber una solución militar, porque dos pueblos luchan por una sola tierra. Por fuerte que sea Israel, siempre sufrirá inseguridad y miedo. El conflicto se devora a sí mismo y al alma judía, y siempre se le ha permitido que lo haga. Quisimos hacernos con tierras que nunca pertenecieron a los judíos y construir en ellas asentamientos. En ese hecho, los palestinos ven, y con razón, una provocación imperialista. Su resistencia, su no, es absolutamente comprensible, pero no los medios que utilizan para llevarla a cabo, ni tampoco la violencia o la inhumanidad indiscriminada.

Hace años que no vivo en Israel y soy muy consciente de que mi perspectiva es la de un forastero. A veces, la gente me pregunta "¿qué es un judío?". La respuesta es la siguiente: un judío que tiene experiencias antisemitas en el Berlín de 2008 es diferente al que las tenía en 1940. El de 1940 se sentía amenazado; el de la actualidad puede pensar en su propia tierra, en Israel. Hoy en día puedo decirle al antisemita que "o bien aprendes a vivir conmigo o podemos seguir cada uno nuestro camino. Y punto", y esto supone una diferencia fundamental. A medio plazo, soy pesimista respecto a Oriente Próximo, pero a largo plazo soy optimista. O encontramos una forma de vivir con el otro o nos matamos. ¿Qué es lo que me da esperanza? Hacer música. Porque, ante una sinfonía de Beethoven, el Don Giovanni de Mozart o Tristán e Isolda de Wagner, todos los seres humanos son iguales.

Daniel Barenboim(1). E
s pianista y director de orquesta. Nacido en Argentina, tiene también pasaportes israelí, español y palestino.

19 comentarios:

HGW XX/7 dijo...

Linda historia la que nos contas Roy, coincido en que la música puede representar una lengua, una arma, una válvula de escape.

La música es alegría, es una forma de expresarse de manifestarse de des-estresarse, yo en lo personal no se que haría sin la música ya sea para escucharla ó para tocar mi guitarra cuando estoy de mal humor o triste.

Saludos

Anónimo dijo...

oh si.. Roy, excelente Post.
La música tiene la capacidad de hacer muchas cosas y uno inexperto solo trata de entender esa tormenta de sensaciones musicales y sugerencias.

Me confieso fiel vicioso y amante empedernido de la música, pero claro roy... de la buena música...

pasaba a saludarlo simplemente.. a desearle buenas vibras... que estés bien.

atte,
hannibal

Terox dijo...

La verdad, Berenboim es único. Por desgracia. Sus puntos de vista son muy equilibrados, y hasta pragmáticos. Desgraciadamente, muy pocos judíos los comparten. Como dice en el artículo:

"Los israelíes debemos finalmente encontrar el valor para no reaccionar ante esa violencia, el valor de ser fieles a nuestra historia. Los palestinos no podían esperar que después del Holocausto nos ocupáramos de alguien que no fuéramos nosotros mismos: teníamos que sobrevivir. Ahora que lo hemos hecho, unos y otros debemos mirar colectivamente hacia delante. Aún no ha nacido el primer ministro israelí capaz de esa empresa."

¿Nacerá alguna vez?

Mariel Ramírez Barrios dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mariel Ramírez Barrios dijo...

mmmmmmmm
No me gusta que baremboim diga
"tengo pasaporte de..."
tal y tal y tal
En su historia de vida debería decir que sus papás fueron dos personas que a los 14 y 15 años fueron recibidos en la Argentina,que crecieron económicamente en la Argentina,venían de Rusia,y en donde él nació.No es Israelí,es Argentino.Aquí empezó a ser músico,y a los 7 años dio su primer concierto en buenos Aires-
Sus papás ya eran de clase media alta,lo que les permitió mandarlo a Salzburgo a perfeccionar su arte...; Como muchos judíos con una economía que lo permitió,echo en Argentina, se fueron a vivir a Israel, y ahora,tiene " pasaportes" pero no tiene Patria.
La patria es importante.
Un judío que nace en Costa Rica es judío de raza de religión y de vientre pero es Costa Ricence
Sobre todo si ese país le da,mal o bien,casa,comida,escuela y trabajo.A él o a sus padres.
Me gusta su música
no su personalidad
Su relación con su esposa ( una de las más famosas cellistas del mundo ,muerta temprana y desgraciadamente,fue también así,un amor sin más patria que la música.
bueno
el post
me enojé con Baremboim,aunque reconozco que coincido con su lectura acerca del tema Judea-Palestina.

Terox dijo...

Mariel, entiendo tu punto. No sé si lo sabes, pero Chavela Vargas no es mexicana, es costarricense, aunque muy joven se fue a México, y al parecer, tiene muy malos recuerdos de sus primeros años en Costa Rica. Las vueltas de la vida la han vuelto a traer acá, y a sus 89 años ha vuelto a vivir en Costa Rica.

El caso de Barenboim es un poco distinto:

"Tanto mis abuelos paternos como maternos eran judíos rusos que huyeron a Buenos Aires durante los pogromos de 1904. Por desgracia, nunca pregunté mucho a mis padres sobre la historia de nuestra familia. En primer lugar porque, de niño, estaba muy centrado en mí mismo y, en segundo lugar, porque entonces era normal que estuviéramos en una situación de cambio permanente. Sin embargo, la historia de mis abuelos paternos es muy especial. Cuando llegaron al puerto de Buenos Aires (él con 16 años, ella con 14), después de una larga y espantosa travesía, les anunciaron que sólo las familias podían desembarcar, porque el cupo de solteros ya estaba cubierto. Los dos estaban solos y mi abuelo agarró a mi abuela y le dijo: "¡Casémonos!". Y así lo hicieron. Una vez en tierra, cada uno se fue por su lado. Después de dos o tres años se reencontraron por casualidad, se enamoraron y pasaron el resto de su vida juntos.

Esta abuela era una ferviente sionista. Ya en 1929 se fue a Palestina durante seis meses con sus tres hijas -entre ellas mi madre, entonces de 17 años- para comprobar si se podía vivir allí. Por su parte, la familia de mi padre estaba totalmente asimilada: para ellos, la Tierra Santa no tenía importancia, por lo menos hasta que descubrieron mi talento musical. De repente, para mis padres cobró importancia que yo, en mi calidad de futuro artista, debía crecer dentro de una mayoría y no de una minoría ubicada en algún punto de la diáspora judía. Se podría decir que la convicción de que la normalidad sería un elemento fundamental para mi desarrollo intelectual avivó aún más el sionismo de mi abuela, de manera que la familia Barenboim decidió emigrar a Israel.
La primera escala de ese largo viaje fue Salzburgo, donde participé en el concierto de clausura de la clase magistral que impartía en verano el director Ígor Markevitch. Tardamos 52 horas en realizar todo el periplo, con paradas en Montevideo, Río de Janeiro, São Paulo, Recife, isla del Sol y Madrid. Posteriormente, en Roma, tomamos un tren con dirección a Salzburgo. A los nueve años, yo sólo hablaba español y un poco de yiddish, que había aprendido de mi abuela. Eso no era un gran problema, ya que no pretendíamos quedarnos en Austria y, en general, yo estaría en compañía de otros músicos. Aunque en Buenos Aires no había sido consciente de que ser judío pudiera ser un problema, en Salzburgo sí empecé a percibirlo. Un día, unos amigos hebreos me llevaron a una imponente cascada de Badgastein y me dijeron que, durante la época nazi, habían arrojado allí a judíos. Así atisbé por primera vez cuál había sido la suerte del pueblo judío. Los relatos del Holocausto que relataban mis padres también me habían perturbado profundamente, aunque en esa época no pudiera comprenderlos del todo.

En diciembre de 1952 llegamos a Israel. Era invierno, el año escolar ya había empezado, y yo tenía que aprender otro alfabeto y otro idioma. No fue nada fácil, pero, como era un chico poco complicado y extrovertido, no tardé en adaptarme, comenzando así una nueva vida, maravillosa y muy intensa. Todo estaba a punto de cambiar y de avanzar. ¡Imagínense que fue precisamente en las calles de Tel Aviv donde aprendí a jugar al fútbol! Posteriormente, entré a formar parte de un movimiento juvenil y todavía recuerdo lo mucho que menospreciábamos a los hombres con bigote y a las chicas de labios pintados. Teníamos la sensación de que eran superficiales, que simplemente no tenían sustancia."

Anita dijo...

Que linda historia nos haz contado y con respecto a la musica me encanta no podria vivir sin ella

Anónimo dijo...

La humanidad es algo indivisible, por más que nos empecinemos en luchar por la identidad y el territorio. Barenboim ha tenido la oportunidad de comprobarlo al haber vivido en diferentes países y desea compartir su experiencia. Afortunadamente la música, como la belleza, nos une de alguna forma. Larga vida a la obra de Barenboim que pasea la hermandad humana con el ejemplo.

fede dijo...

Creo que necesitamos más Danieles Berenboim¨s y no George Bush¨s para poder enfrentar este lamentable conflicto que dura ya 60 años, paradójicamente coincidentes con la celebración de la independencia del estado israelí. Ayer Bush en el Knesset dice que ¨que la población israelí que es de 7,000,000 se veria aumentar a 307,000,000 si se viera amenazada por Hamas o por Irán. Desde luego esto irrita a los palestinos, venir a hablar de un proceso de paz, donde celebra con los israelíes pero no visita a los palestinos en su sede de gobierno en Tulkarem. No olvidemos que la guerra de 1948 provocó el desplazamiento de 300,000 árabes-palestinos a campos de refugiados en Líbano, Siria, Jordania y Egipto además de todos los desparramados por el mundo, esta tragedia los palestinos la llaman la Nakba en árabe o la tragedia. Estos ciudadanos tuvieron que abandonar sus casas por órdenes del Tsahal, ejército vencedor y nunca más se les permitió regresar. Es más sus casas fueron cedidas sin compensación a los judíos que venían de Europa a poblar el nuevo estado. Las casas y barrios que no se ocuparon fueron demolidos para dar paso a parques, bosques y zonas verdes como parte del nuevo estado. No niego el holocauso judío, ni los persecuciones inmisericordes de los cristianos a los judíos en el hemisferio occidental a través de la historita. Pero nunca la justicia a un pueblo se debe hacer a costa de otro, como en el caso de Israel.

Fabián Aimar (faBio) dijo...

Hola amigo Roy
no quiero te pierdas el evento que será más importante que el OSCAR
vente por mi blog que tengo algo para ti
un abrazzo

Unknown dijo...

Hoy tuve una enorme sorpresa leyendo su post, pues desconocía la historia de los abuelos de este gran músico que es Barenboim, me pareció verdaderamente hermosa, y seguidamente su versión de porque no se encuentra cómodo en Israel desde los 60, me hizo descubrir al otro Barenbiom, que desconocía.
Por supuesto estoy totalmente de acuerdo con el, que la música puede unir las almas, aunque tan solo sea un instante, ese instante, en que las notas vibran dentro de nuestro ser.
Es un honor para la raza humana, que existan personas como el, y debemos enorgullecernos de ellos.
Siempre es un placer recalar en su blog.
Mis saludos.

Gizela dijo...

Bellísimo y aleccionador post
Ojala en el mundo encontremos mayores vínculos que nos lleven a la definitiva paz y comprensión
Feliz fin de semana
Abrazos Gizz

Ricardo Tribin dijo...

Mi querido Roy,

Maravillosa historia. Que profunda y sentida.

Nunca olvidare lo de la llegada del Exodus.

Un abrazo con mucho aprecio y admiracion...

©Claudia Isabel dijo...

Roy, se armó una polémica interesante por acá. Mi único aporte es manifestarte mi amor por la música en general, porque como toda manifestación artística se pone el alma, la sangre, la vida en ello, y el resultado suele ser maravilloso...La música como idioma universal, que une, que no sabe de fronteras, nos produce el milagro de sentir, de estar en comunión con ella para sentirnos vivos!
Un abrazo

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Daniel:
Lo mejor de todo es que es un idioma universal, aunque unos dicen que es la matemática, pero la música tiene ese don que trasciende todo, hasta los fundamentalismos.
Saludos

Hannibal:
Qué bueno saber de ti, no te he vuelto a ver en tu blog. Y claro la buena música es grandiosa, vale la pena escucharla.
Saludos

Terox:
Pues si no nace, pues ojala baje de los cielos. Tiene razón Baremboin, ya es hora de mirar hacia el futuro y solucionar el problema, claro hay un punto de vista muy importante, que ciertos sectores palestinos, jamás han querido solucionar el problema, y además ya Israel sobrevivió después del holocausto, y es hora de solucionar el problema de la futura nación Palestina.
Saludos

Mariel:
Claro que Baremboin tiene raíces argentinas ahí nació, pero es curioso, todos Mariel, pero todos los judíos del mundo, desean ir a Israel, es como algo genético.

Mis amigos judíos costarricenses viajan a Israel aunque sea a pasear, pero deben ir.

El ejemplo de Daniel B. es el hecho de poder tener esa relación humana con sectores culturales y musicales palestinos, y ser un fuerte crítico a la política israelí.

Su figura trasciende las fronteras con lo cual su aporte para mí en lo personal es valiosísimo, al final de cuentas, somos en esta era globalizada, ciudadanos del mundo, y al final los pasaportes solo sirven para ir y venir, pero como seres humanos, libres que somos, deberíamos poder ir donde quisiéramos, y vivir plenamente.

Quien diría que en Israel algún día se iba a tocar música clásica de un autor denominado antisemita, y Daniel toco su música en el mismo Jerusalén.
Saludos

Anita.
Gracias

María:
Gracias, yo también pienso que somos ciudadanos del mundo, y las fronteras fueron creadas para reprimirnos y limitarnos, y ojala la obra de Baremboin siga por muchos años más.
Saludos

fede:
Lastimosamente la historia la cuentan los vencedores. Y si fue terrible lo que les paso a los palestinos, y sufrieron y siguen sufriendo.

Y si necesitamos hombres con una visión como Baremboin, que puedan mirara más allá de sus ojos naturales, y puedan concebir un mundo mejor y en hermandad.
Bien lo dijo Lennon en su canción Imaginemos, ojala que podamos tener esa capacidad de imaginarnos un mundo cada día mejor.
Saludos

Fabio:
Para allá voy.
Saludos

olga s. isidro:
Gracias, la obra de Baremboin es suprema y su legado perdurara, sería más cómodo para el seguir la línea del discurso dominante a lo interno de Israel, pero él es una vos disidente de ese discurso, y llama a la solución del conflicto, y dice tajantemente que no se puede lograr por medio de las armas.
Saludos

gizela:
Debemos buscarla, poco a poco, y hay grandes hombres que nos ayudan a guiarnos.
Saludos

Ricardo Tribin:
El Exudus es impresionante esa foto, y esperemos que no se necesitan más barcos de esos, aunque los vemos todos los días de África hacia Europa, a pesar de que la travesía les puede costar lo más valioso que poseen, sus vidas.
Saludos

Claudia Isabel:
La música es un milagro, y fue concebida en los mismos cielos, por eso trasciende fronteras, y trasciende los tiempos.
Saludos

Patricia Gold dijo...

Me pongo de pie Roy..no esperé encontrarme con semejante post..
amo a Baremboim, su música, amo su lucha, amo todo lo que hace,su historia...
Sobre la polémica,solo digo que todos los judíos o casi todos consideran a Israel como su origen, su religión les enseña eso, y creo que es respetable,la compartamos o no...



te felicito..y dejo mis cariños

Patry

Anónimo dijo...

Hola Roy!!!

Qué historia tan conmovedora, una de tantas que existen en el mundo y que han dejado huellas hasta el punto de que aún áhora se sigan las discordias en el mundo. Un personaje al cual me uno con mi espíritu por su loable actitud de inclinarse por la música como escape a las realidades. La música siempre será una caricia para las almas.

Te dejo un abrazote con mis afectos desde Colombia!

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Patricia Gold:
Gracias, me gusta esa frase que dices, nos guste o no, debe ser respetable, lo que ellos como nación y como individuos sientes.
Saludos

Lullu:
Seas bienvenida desde Colombia, y que bueno que le gusto el post.
Saludos

Anónimo dijo...

Hola! tarde pero seguro , recien termine de estudiar y entre al blog.

Muy bueno el comentario, la musica siempre sirve para unir.

Me hiciste acordar a la pelicula Exodo con Paul Newman.

Cocindo con vos en cuanto a la respuesta a Mariel, es asi todo judio en cualquier parte del mundo desea conocer Israel, tambien vivir pero esto es muy dificil porque todo lo que tenemos esta en nuestros paises de origen.

Saludos!