Yosef Hayim Yerushalm, en sus Reflexiones sobre el olvido: “¿Es posible que el antónimo del olvido no sea la memoria, sino la justicia?”.
Entrada de la muestra 'Los desaparecidos', en Antigua, Guatemala.
Lawrence Weschler en la revista The New Yorker: el término desaparecidos no es más que un eufemismo, en la medida en que a estas personas las hicieron desaparecer “para nunca más ser vistas”. Todos los casos obedecen al mismo patrón: secuestro, tortura y asesinato, para después lanzar los restos al mar, ser cremados o sepultados en tumbas clandestinas imposibles de localizar, una táctica que desarticuló cualquier forma de oposición “al desmoralizar a la sociedad a través del tufillo del terror”.
En Guatemala, la práctica de la desaparición forzada de personas alcanzó las más altas cuotas de terror. De acuerdo con la Comisión de Esclarecimiento Histórico, patrocinada por la ONU, la guerra civil vivida en este país centroamericano durante casi cuatro décadas (1960-1996) se saldó con más de 200.000 personas “muertas o desaparecidas”.
El informe citado puntualiza que el Ejército fue el responsable del 93% de las masacres, torturas, desapariciones y asesinatos ocurridos durante el conflicto. La guerrilla habría cometido un 3% de los abusos. La comisión también acusó a la CIA estadounidense de “apoyar de manera directa o indirecta las operaciones ilegales del Estado”.
Una muestra recuerda en Guatemala a los desaparecidos durante las dictaduras militares en América Latina.
Por eso la memoria histórica es necesaria, aún gritan en silencio los cientos de miles de víctimas clamando justica desde sus fosas comunes, o desde sus restos olvidados, no solo por la mano del hombre, sino por la mano de la justicia, que no llego tiempo a ser parte de toda esta historia.
9 comentarios:
...es algo que nunca olvidaremos.
Un beso casi invernal, de día gris con hojitas secas.
Qué tema más duro. Fantasma que ronda a la mayoría de los países latinoamericanos...
La única forma de purgarlos es enfrentándolos..
Y ojalá se pudiera adoptar aquel lema: "Nunca más...".
Chile tiene muchas heridas, la sociedad chilena no ha sanado todavía...
Definitivamente una de las historias más tristes de Latinoamérica, los desaparecidos como lo exponés en tu blog Roy esta semana. Los casos más crueles que se exponen en el ensayo, Guatemala después de uno de los grandes errores de intervención del Gobierno de los EEUU en Latinoamérica. Como lo fue el derrocamiento del gobierno democráticamente electo del reformista militar Jacobo Arbenz Guzmán y que dió lugar a una guerra civil de 36 años donde hubo todo este tipo de ultrajes a la población civil y principalmente indígena. Donde principalmente en los gobiernos militares de los generlaes Romeo Lucas García, Efraín Ríos Montt y el último de Carlos Humberto Mejía Victors se arrasaban pueblos indígenas del interior totalmente para desaparecer sus poblaciones sin rastro alguno. La premio nobel de la paz Rigoberta Menchú fue testigo del genocidio de una de estas poblaciones. El Obispo Gerardi en su informe de la Verdad escrito posteriormente a la firma de los acuerdos de paz en 1996 trataba de señalar al ejérctio como responsable y fue callado. Pero hay muchos casos de verguenza más de dictaduras como la chilena donde se utilizaba el famoso estadio nacional de fútbol para torturas y posterior despariciones como el caso del famoso cantautor Victor Jara, cortadas sus manos y desaparecido, no hubo dignidad para entregar los restos a sus seres queridos. La dictadura Argentina que torturaba a los ¨subversivos¨ para quitarles los hijos entregarlos a las parejas de militares que no habían podido tener hijos. Y a los padres naturales los desaparecían. Pero desgraciadamente esto no ha acabado todavía en la Colombia de Uribe se siguen matando a sindicalistas y periodistas independientes es más esa fue la razón principal del rechazo de los demócratas a ratificar el TLC en el Congreso. Parafraseando a Galeano es una vena abierta que tenemos en América Latina el asesinato político con desaparición.
Es verdad, Roy esas prácticas terribles atravesaron todo nuestro continente.
Nada de eso tiene,tuvo ni tendrá justificativo ni atenuante alguno,pero si hay un caso paradigmático del más espantoso proceder,creo que "la noche de los lápices" acontecida en mi país puede serlo.
Porque secuestraron,torturaron y finalmente ejecutaron a casi niños, que con infantil inocencia osaron organizarse para pedir un boleto de transporte con precio diferencial para los estudiantes secundarios.
No hay modo de entender algo tan satánico. ¿Qué mente tan enferma y paranoica se requiere, para tildar ese reclamo de subversivo?
Y ojo,que si lo hubiera sido,tampoco se habría justificado el terrorismo de estado. Ni en ese ni en ningún otro caso.
Revuelve tu post viejas heridas,pero mantiene viva una memoria necesaria.
Un dolorido abrazo desde Argentina.Graciela
Importante recordar estas cosas, no para escarbar en el dolor, sino para que no vuelvan a ocurrir.
"...que el antónimo del olvido no sea la memoria, sino la justicia?"
Ufff! Esa frase tiene que ser eterna, y me viene a la cabeza la pregunta... hay algún país de latinoamérica que no haya experimentado esto? Seguro que todos estamos manchados. Saludos desde Rep. Dominicana, donde también tenemos nuestros "desaparecidos".
Evan:
Debemos recordar por todos aquellos que fueron olvidados en algún lugar sin nombre y sin nadie que los recuerde.
Saludos
Terox:
Ojala que él nunca Más, se dé, pero como que las historias se repiten una y otra vez a lo largo de la historia de la humanidad.
Saludos
Belmar:
Chile aun le duelen las heridas y a otros pueblos en el mundo.
Saludos
Fede:
No puedo agregar nada más a tu excelente exposición, solo gracias.
Saludos
Graciela:
Lo defines muy bien, simplemente satánico.
Saludos y bienvenida
Julia Ardon:
Exactamente no olvidar las lecciones de la historia, para que no vuelvan a ocurrir.
Saludos
Saúl:
Esa frase es lapidaria, creo que resume todo lo que podemos esperar en este mundo, que a veces se muestra cruel y sin piedad.
Saludos
Es una reflexión a la oración humanitaria, hacia una triste realidad vivida en Latinoamérica y otros lados del mundo.
Almas en silencio, lágrimas de niños, mujeres y hombres que quedaron con un faltante en sus vidas, no por su ciclo, sino por la mano, fuerza y poder del ingrato.
Solo la complicidad en busca y reporte de la verdad puede revertir esta situación,.
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