miércoles, 28 de julio de 2010

El péndulo del poder empieza a girar.


"Damos buena información sin intereses empresariales ni políticos"

Su fundador dice que el material prueba crímenes de guerra.


Así, se ha puesto en evidencia a Gobiernos, se han mostrado masacres en tiempo de guerra y se ha acusado de cinismo a algunos políticos. Hay ya en sus servidores 76.000 documentos, desde los famosos correos del climategate, que demostraron cómo ciertos investigadores habían exagerado los efectos del cambio climático, a vídeos de matanzas de civiles a manos de tropas aliadas en las guerras de Afganistán e Irak.

Julian Assange
ASSOCIATED PRESS | 29-07-2010

Julian Assange, fundador y editor de Wikileaks, el pasado martes en Londres.


Desde que empezó la globalización en el mundo, una de las cosas que más me llamo la atención fue la internacionalización de la justicia, algo que manejo y uso muy bien el juez español Baltasar Garzón.

Hoy la Internet permite que el péndulo del poder empieza a girar a favor de la Segunda Superpotencia, la opinión pública mundial, filtrando los errores y los crímenes de lesa humanidad que usan los ejércitos invasores.

El mundo cambio y está en parte cambiando para bien, bienvenida Wikileaks



Transmite una intrigante tranquilidad, pese a la diabólica repercusión mediática que le rodea estos días. El australiano Julian Assange (1971), fundador de Wikileaks, en conversación telefónica desde Londres, responde en tono extremadamente bajo y pausado a cada pregunta sobre los informes, obtenidos por su web y publicados el pasado lunes con alcance mundial por The New York Times, The Guardian y Der Spiegel, que muestran el doble juego de los servicios paquistaníes y los errores y dificultades de Estados Unidos y la OTAN en la guerra en Afganistán. Enigmático y conciso, Assange, un prodigioso hacker de joven, afirma que Wikileaks, que cuenta con más de 800 colaboradores y carece de oficina y trabajadores asalariados, tiene la misión de "defender con total transparencia la libertad de información".

Pregunta. ¿Está en sus 15 minutos de fama o su misión no ha hecho más que comenzar?

Respuesta. (Larga pausa) No me corresponde a mí decirlo.

P. ¿Cree que esta filtración puede influir en futuras decisiones políticas?

R. Por supuesto. Las Administraciones estadounidense y paquistaní saben muy bien qué información se ha publicado. Describe de forma detallada la situación actual de la guerra. Pero ante todo, nuestra única motivación es el servicio público, y ser conscientes de que tenemos que ofrecer historias relevantes, que influyan en las personas.

P. Las comparaciones con los Papeles del Pentágono de la guerra de Vietnam llegaron desde el primer día. ¿Se ha generado la misma controversia?

R. Sí, incluso creo que este material es más dañino y crítico para EE UU. Muestra desde la muerte de un niño a las grandes operaciones que matan a cientos de personas.

P. Pero Richard Nixon llegó a decir entonces que Daniel Elsberg, quien filtró la información a The New York Times, era el hombre más peligroso de EE UU. ¿Se considera igual de peligroso?

R. La gente más peligrosa para EE UU, otra vez, son las personas más ricas, los bancos y los poderosos. Pero no tengo problemas ni temo ser detenido.

P. ¿Qué piensa de la reacción de Estados Unidos?

R. Estábamos preparados para una reacción de este tipo. Es de esperar que quieran distraer a la gente de sus responsabilidades en esta cuestión. Es serio.

P. El antiguo jefe de los Servicios de Inteligencia de Pakistán (ISI), Hamid Gul, ha asegurado que los documentos son falsos.

R. La información viene de dentro de Pakistán y Afganistán. Los informadores tienen relación con unidades del campo de batalla y con las embajadas. Hay toda una serie de razones para que ofrezcan su información. Primero: por dinero. Segundo: por interés personal, por aprovecharse de algo. Tercero: para que se sepa la verdad.

P. ¿Por qué cree que las fuentes prefieren Wikileaks a un periódico tradicional?

R. Porque confían en nosotros para que su información vea la luz. Y somos especialistas en protegerlos. Nosotros no nos damos por vencidos a la hora de garantizar el servicio público. Para nosotros, una buena información es posible en cualquier momento y no respondemos a intereses empresariales ni políticos.

P. Al escoger The New York Times, The Guardian y Der Spiegel para difundir la información, Wikileaks se convirtió en un nuevo intermediario entre la fuente y el periodista. ¿Se ven así?

R. Sí, porque nuestra tecnología e infraestructura están al servicio de todos los medios y organizaciones. Pero esto no es una fundación. Tenemos otra visión. Es un próposito distinto al tradicional porque no tenemos intereses ni presiones que no sea el mostrar toda la documentación facilitada. Así se vio también en el vídeo que mostraba el asesinato de periodistas en Irak.

P. ¿Pagan los medios de comunicación por la información?

R. No es nuestra filosofía que se pague por la información. Lo consideraremos quizá para el futuro, pero todavía no lo hemos hecho. Nuestro próximo objetivo es financiarnos.


Créditos: FERNANDO NAVARRO - Madrid - 29/07/2010

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué curioso Roy recién vengo de visitar el cybersitio Wikileaks.org para enterarme del por qué tanto escándalo con esta página, ¿y sabes qué? sin percatarme pasé 4 horas sin despegarme del sitio.

Increible, Roy incluso me sentí adicto. Creo que este lugar en internet será para muchos una fuente de información extra y muy muy valiosa. Estoy esperando que suban la lista de los diputados que están relacionados con mafias de narcotraficantes y demás.

Y si me das la oportunidad de expresar una idea muy muy personal Roy que tengo oprimida desde hace muchos años, es esta:

HOY EL ANONIMATO ESTÁ MÁS VIGENTE QUE NUNCA!!!!! HOY EL ANÓNIMATO NOS ABRE ALTERNATIVAS...

Con solo decirlo aquí me reconforta.

El apellido, jajaja, adivine Roy, usted es bueno adivinando.

Saludos
Hannibal

Aristos Veyrud dijo...

"La gente más peligrosa para EE UU, otra vez, son las personas más ricas, los bancos y los poderosos."
Eso no es nuevo pero hay que repetirlo y demostrarlo hasta que la mayoría de votantes en ese país sean conscientes de ello, entonces muchas cosas empezarán a cambiar para el bien de todos. Pero apenas se empieza a tapar un hueco y se abre otro, me da vueltas la presión de los chinos aquí, con un salario de 30 mil colones a un trabajador chino, contra uno de 150mil por uno de aquí, como van a operar las constructuras de este país, no es posible competir contra los chinos en esas condiciones a no ser que empiecen a pagar 25 o 28 mil y de ahí siga contando en los demás rubros de la producción.
Tal vez Hanibal tenga una salida como la anterior que me hizo reir bastante, no había visto la salida humoristica ante el comentario de Chirriche y me fuí con todo por los rieles, discúlpame Chirriche.
Roy muy útil esta información ojalá este cambio siga en progreso para mejor.
Saludos!!!

Jabo dijo...

Muchas gracias por la información Roy, y ojalá que si, que "el péndulo del poder empieze a girar a favor de la Segunda Superpotencia, la opinión pública mundial".
Nos irá mejor a todos, en este mundo global, si se empieza a tener en cuenta la opinión de las personas, y no seamos meros comparsas en pos de sus intereses electorales.
Abrazo. Jabo

Anónimo dijo...

La historia se repite


En 1971 se filtró un informe secreto sobre la guerra de Vietnam


Los Papeles del Pentágono es el nombre con el que se conoce un informe secreto del Departamento de Defensa estadounidense sobre la implicación militar y política en Vietnam entre 1945 y 1967. Su filtración al diario The New York Times, en 1971, desató uno de los mayores escándalos políticos en EE UU y abrió una apasionante controversia en torno a la libertad de expresión y la seguridad nacional.

El documento, de 7.000 páginas, había sido encargado en 1967 por el entonces secretario de Defensa, Robert McNamara. Y fue el economista y ex marine Daniel Ellsberg, uno de los analistas que participaron en su elaboración, quien decidió hacer público su contenido. Ellsberg estaba convencido de que la guerra de Vietnam era tan "injusta" como imposible de ganar, y confiaba en que el apoyo popular disminuiría al conocerse "el comportamiento inconstitucional de varios presidentes", según confesó 35 años después. La divulgación del informe no solo dejó en evidencia el discurso oficial sobre la guerra, sino que acabó precipitando, a la larga, la dimisión del presidente republicano Richard Nixon. Los documentos recopilados ponen en la picota, sobre todo, a la Administración del demócrata Lyndon Johnson, pero tampoco salen bien librados sus antecesores Truman, Eisenhower y Kennedy. Los sucesivos Gobiernos, por ejemplo, habían extendido la guerra subrepticiamente, con bombardeos en Camboya y Laos o haciendo incursiones en Vietnam del Norte. Johnson mintió a la opinión pública y al Congreso y tomó varias decisiones saltándose los cauces reglamentarios.

Tras recurrir, sin éxito, a senadores antibelicistas como William Fulbright o George McGovern, Ellsberg optó por filtrar el documento a The New York Times, que comenzó a publicarlo el 13 de junio de 1971.

La Casa Blanca trató de impedir la difusión del informe y demandó al diario. Era la primera vez en la historia norteamericana que un gobierno federal intentaba restringir una publicación. Si bien el Tribunal Supremo acabaría dando la razón al Times, una corte de apelaciones ordenó parar la divulgación del documento. Fue entonces cuando Ellsberg entregó los Papeles del Pentágono a otros periódicos, que siguieron publicando su contenido.

Las revelaciones no consiguieron cambiar el rumbo de la guerra de Vietnam, que sufrió una escalada al año siguiente. Pero la difusión de los papeles trajo de cabeza al Gobierno, que intentó por todos los medios dar con los autores de las filtraciones. Para ello Nixon creó un grupo clandestino, los llamados Fontaneros de la Casa Blanca, que acabarían implicados en el caso Watergate, el escándalo de espionaje político que provocó su dimisión.

¿Qué pasó con Ellsberg? Se entregó a la justicia el 28 de junio y fue acusado de robo, conspiración y espionaje. Los cargos, sin embargo, fueron desestimados en 1973 ante los abusos cometidos por las autoridades (como asaltar la consulta de su psiquiatra en busca de información para desacreditarle). Ellsberg se ha dedicado al activismo antinuclear.

Al ex marine le llevó meses fotocopiar los 7.000 folios y tardó un año en hacerlos públicos. Hoy, ha dicho al Times, todo hubiera sido más fácil: "Lo habría escaneado y colgado en Internet".