sábado, 19 de enero de 2008

Los niños de la guerra.



Hace días estaba reflexionado sobre la niñez en el mundo, podía ver en reportajes de la televisión alemana la DW, pero cual fue mi sorpresa cuando logre ver uno sobre los niños de la guerra.

Una niñez que es secuestrada y adiestrada para matar, niños de ocho años en adelante, son secuestrados y separados de sus familias, por los grupos insurgentes alrededor del mundo, causando un daño casi irreparable a sus vidas. Grandes conflictos psicológicos, separación de su núcleo familiar y de pertenencia, perdida de su identidad como niña o niño, destrucción de los lazos afectivos, y lo más dramático, son niñas y niños entrenados para odiar y matar.

Que tipo de sociedad deseamos todas y todos nosotros en este mundo para nuestros niños, no olvido la frase de Jesucristo que decía: Dejad que los niños se acerquen a mí, frase muy profunda, dándole una importancia relevante en el cristianismo a lo mejor que tenemos en este mundo, nuestros niños.

Que sociedad estaremos construyendo, si estamos destruyendo a nuestro mayor tesoro, ellos que serán llamados a ser las mujeres y los hombres del mañana, los que deberán tomar las riendas de la sociedad y del mundo, y no los protegemos.

El jueves pase por San José centro, la capital de Costa Rica, y en mi camino por la ciudad quede impactado por un escena, que me hizo reflexionar otra vez sobre la niñez, un niño de escasos 12 años, con una pierna mas corta que la otra y en una de sus piernas con solo medio pie, con unas tenis que eran como número once, todo sucio, con una cara de dolor, sucia y herida, sin la más mínima esperanza para el futuro, abandonado por su familia, por la sociedad, por el Estado, que muchas veces trata de regular todo el aspecto económico de mi país, hasta en las cosas más simples, imponiendo regulaciones que más bien entorpecen el sano desarrollo de la economía, pero no interviene ante la miseria que se esta desarrollando alrededor de nuestra niñez.

Alrededor de esta gran aldea global se desarrollan conflictos armados que desangran a pueblos enteros, desde África al Oriente Medio, en América Latina, hasta hace poco en Europa con la guerra de los Balcanes, vemos el drama de los niños que quedan en medio de las batallas de los que deberían más bien cuidarlos y amarlos, los ciudadanos de sus países, sus gobiernos y sus padres.

Me sorprendió como Alemania busca rescatar a los niños que son usados como soldados en África, tratando de insertarlos nuevamente a la sociedad, pero con todo el problema que se tiene con las leyes alemanas para poder estar como residentes en suelo germano.

Pero muy cerca de nuestros países tenemos a Colombia, donde las FARC tienen como siete mil niños en armas, y los más impresionante es que la mayoría son niñas, las que han sido secuestradas por ese grupo militar, que raya en el terrorismo. No nos debemos olvidar que hay 720 personas secuestradas y hasta hace poco dos liberadas, acordémonos que hay miles de niños y niñas secuestradas en todos los continentes, para ser usados como soldados con licencia para matar.


Testimonios:

"Una niña en vueltas de grandes"


Tiene ojos negros, grandes y vivarachos. Es atractiva, conversadora, pícara y, a la vez, infantil y tierna. La noche en que la conocí andaba de fiesta con sus compañeros de convivencia, despidiendo a un grupo que salía del hogar para continuar su proceso en las casas juveniles. Estaba arreglada como cualquier joven que anda de rumba en la ciudad. Maquillada, con ropa ceñida a su cuerpo bien delineado, bailó, recitó, se rió, coqueteó y tomó del pelo a más de uno. Al día siguiente entré a conocer los cuartos donde viven y encontré a un par de niñas haciendo tareas. Las saludé. Una de ellas, peinada de colitas, me miró riendo y dijo "¿No me reconoce?". Finalmente me di cuenta de que era ella, que parecía una niñita de escasos diez años.


"Me crié con las milicias, pero ahora quiero ser autónomo"


Es un moreno alto, bien plantado. Tiene ojos penetrantes; mira y habla con firmeza. Es un ser trascendente, serio, de una sola pieza, echado para adelante. En su nuevo hábitat, una de las casas juveniles, se encuentra bien instalado. Hablamos de su gusto por la lectura y comienza a sacar libros de su armario, uno por uno, con cuidado, cual tesoro, y minutos después de hablar de la guerra y de la muerte se refiere con intensidad a las Cartas a un joven poeta, de Rainer María Rilke. Como recuerdo de su vida anterior, guarda un cuello de camisa militar.


«LA ORDEN ERA QUE TOCABA PICAR A LA GENTE»


Es un joven grande, acuerpado. Habla casi en voz baja, tiene una excelente memoria y es un buen narrador. El suyo es de los testimonios más fuertes y desgarradores. Bajó al infierno y está de nuevo en la Tierra. O el infierno está aquí, a la vuelta de la esquina, y no nos damos cuenta.


«ESAS GUERRILLERAS SON ARRECHAS PARA EL PLOMO»


Es tímida. Parece inofensiva, incapaz de hacerle daño a alguien. Cuando comienza a hablar causa sorpresa: su memoria, lo que ha vivido, su tranquilidad para contar las cosas, su frescura. Cuando la conocí, su mayor preocupación era que perdía parte del aprendizaje en el colegio porque no podía ver bien. Cuatro meses después volví a encontrarla. Estaba feliz con sus gafas nuevas y seguía estudiando.

También en nuestras calles de San José, tenemos niñas y niños, que hoy mismo en este momento luchan una guerra, la guerra para poder sobrevivir, y que han sido secuestrados por la miseria, el abandono, el olvido y la desesperanza.

21 comentarios:

Carlos Alberto dijo...

Roy:

Impresionante artículo. Han regresado a mi mente imágenes que he visto en libros y revistas. Imágenes tristísimas. Imágenes de niños soportando un espanto sufrimiento. Recuerdo unos niños apretujados en una jaula, llorando sin consuelo. También recuerdo que Hitler dijo que, una vez ganada la guerra, les quitaría los niños a sus madres para que fueran educados a su gusto. También recuerdo la cultura espartana, que separaba a los niños de sus madres, cuando cumplían los siete años, para educarlos en cuarteles. La separación de madre e hijo, sobre todo cuando ese hijo es un bebé, es fundamental para darle forma a un adulto agresivo, violento, sin compasión alguna por sus semejantes. Algunas culturas nativas de las Américas ya sabían eso y lo llevaban a la práctica con lamentables resultados. Eran tribus guerreras, que se pasaban la vida peleando con sus enemigos.

¡Saludos!

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

rlos:
Es muy triste, y aún recuerdo que las juntas militares argentinas, criaron a los hijos de las personas que ellos mismos había matado, es todo un drama la verdad.
Saludos

Carlos Alberto dijo...

Roy:

Hay un blog que creo que no conoces. Un blog que pienso que te va a gustar mucho, por los temas que trata. Un blog que merece que lo visite alguien como tú. Es el blog de Oscar Mendizábal: La República de China en Taiwán. En estos días el único que le está dejando comentarios soy yo. Sus textos son muy interesantes, da gusto leerlos, se aprende mucho allí. La dirección de su blog está en mi blog: Blogs que visito

¡Saludos!

Posdata: Pienso que tú y Oscar van a ser muy buenos amigos. Que así sea.

Carlos Alberto dijo...

Roy:

Sí, una época espantosa la de la década del 70 en Argentina. Aún hoy podemos ver en la televisión, tanto en los noticieros como en las propagandas, cómo se siguen buscando hijos de desaparecidos. Los exámenes de ADN ayudan muchísimo.

¡Saludos!

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Carlos:
Ya entre al blog de Oscar esta bien interesante, voy a seguirlo de cerca, ya le comente dos posts.

Si lo de Argentina aún no deja de sorprendernos, como ese gran país estuvo en manos de criminales.
Saludos

...flor deshilvanada dijo...

Este tema me estremece... te juro que me costó leerte sin conmoverme...

Estan creando futuros hombres insensibles, agresivos y sin pasado.

Como duele todo esto!

Que pases un buen finde, un beso!

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Evan:
Gracias, por eso la denuncia, muchas veces se nos olvidan que los más débiles son, nuestras niños y niñas.
Saludos

Terox dijo...

Muy impresionante realmente. Aquí (en Costa Rica) no nos podemos imaginar la guerra o dictaduras militares genocidas, porque nunca lo hemos vivido. Y sin embargo, como dice Roy, muchos de nuestros niños sufren igualmente.

Lo importante es hacer algo, que aunque individualmente pueda parecer poco, colectivamente será muy significativo para atacar este problema. En ese sentido, sugiero colaborar con alguna asociación preocupada por la niñez. Yo conozco la Asociación RobleAlto, o escoja la que mejor guste, pero no nos quedemos sólo hablando...

Oak dijo...

Hola Roy,como lo he comentado en otras ocasiones nunca hemos estado expuestos a las guerras y espero que nunca se de ese oportunidad.

Los niños son el rostro humano mas doloroso de la guerra, ya que sin ningún sentido se ven envueltos en conflictos que su pequeña mente no logran proyectar.

Del niño que hablas sobre las calles de San Jose, es muy doloroso, pero lo más doloroso que podemos vivir, es el olvido, el olvido de los que nos rodea.

Un abrazo

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Terox:
Tienes razón a pesar de que vivimos relativamente en paz, los niños siguen sufriendo, pero lo que más me impresiona es la cantidad de niñas y niños secuestrados, y el dato de Colombia verdaderamente me escandaliza.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Oak:
El olvido de nuestras sociedades es algo que no podemos dejar pasar por encima, después del descalabro de la economía argentina, habían 4 millones de niños en la calle, algo que verdaderamente no podemos imaginarnos en nuestra pequeña Costa Rica.
Saludos

Eduardo dijo...

Estimado Roy, gracias por tu visita a mi blog. No te imaginas lo que se siente leer un comentario en el que se le califique a uno, como una persona crítica, pensante y con actualidad mundial. Un calificativo de tal naturaleza viniendo de una persona como vos, ¡es un honor!.
El problema es como debo llamarte ahora, pues te gastaste los calificativos que justamente habría utilizado para tu persona, luego de dar una visita por tu blog.
Con respecto del tema Taiwán-Costa Rica, fue una situación lamentable, pero se respeta la política exterior de tu país, que por cierto, vaya si no ha estado dando noticia. Con eso del Cafta, tienes razón, se generó una confrontación que persiste aún después del referendo. Ahora se trabaja con el tema de las leyes complementarias, igual que sucedió en Guatemala y claro que si, estaré atento a tus actualizaciones.

Saludos desde Guatemala,

Oscar

Carlos Alberto dijo...

Roy:

Sin duda te refieres a la última devaluación del peso argentino, medida tomada por el gobierno que permitió que se robaran 70 mil millones de dólares. Todo un récord. Recuerdo que en los tiempos que siguieron a esa medida bestial, veía todos los días, revolviendo las bolsas de basura de mi barrio, a chicos, chicas, adolescentes, familias enteras. ¡Era increíble! Buenos Aires se llenó de gente que buscaba algo de valor en la basura, algo que poder vender. Por otro lado, y al mismo tiempo, nunca he visto tanta gente estrenando automóviles carísimos en los centros comerciales.

Eduardo dijo...

Roy, tristemente he podido conocer de cerca la experiencia de los niños de la guerra. Como sabes Guatemala es un país que estuvo inmerso en un conflicto armado interno que duró 36 años. Durante el mismo, a los infantes (sobre todo indígenas), se les arrancaba de sus hogares para enseñarles a matar.
Conversando en una oportunidad con una persona que pasó por esta experiencia (hoy día con 30 años de edad). Me decía que el español lo aprendió a hablar a pura patada en un cuartel.
Después de que fue reclutado, no supo más de sus padres, pues para cuando terminó la guerra, ya habían fallecido.
A Dios gracias, ya se superó esa etapa oscura de mi país.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Oscar:
Muy buen ejemplo ese el de Guatemala, cierto que sufrieron dictaduras y golpes de Estado, algo muy lamentable.

Las experiencias de las naciones no se deberían de olvidar, creo que a veces tenemos memoria corto placista y es lamentable no tener siempre presente que los hechos que mas trauman a las naciones, se repiten día con día a lo largo de los años.

Pues si, seguimos en ese suplicio del TLC, yo en lo personal ya pase la página de ese TLC y espero que pronto termine eso en nuestra Asamblea Legislativa.

Muy aleccionador ese ejemplo que pones de ese hombre, que fue niño de la guerra es bastante fuerte.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Carlos Alberto:
Esas diferencias sociales al extremo, es algo que siempre me han preocupado, ya que son caldo de cultivo para las guerras.

La distribución del ingreso que a veces es bestial, los que tienen y los que no tienen, y eso se refleja como vos dices en gente comiendo basura y otros estrenado carros de miles de dólares.

En Costa Rica a pesar que no hemos vivido desde hace muchos años, una experiencia como esa, en nuestras calles y en los barrios de los ricos, se pueden ver automóviles muy costosos por todo lados y apartamentos que valen más de un millón de dólares.

Solo con Rodrigo Carazo, se vivió una experiencia de una devalución traumante, al grado que este presidente expulsó de Costa Rica a los Organismos Finacieros Internacionales, entre ese el famoso FMI.

Quedamos en la lista negra y nos vimos sumidos en una de las crisis económica más dura que Costa Rica ha vivido.
Saludos

Graciela dijo...

Crudísimo tu Post, doloroso pero muy real aqui en Argentina cada vez más, se ven las calles llenas de niños juntando basura "cartoneando" junto con sus padres y hermanos, lejos de la educación, de una vida familiar normal y amorosa, muchos ni siquiera llegarán a adultos gracias a la vida entre la basura y el "paco"(otra basura)..cuanta falta de amor denuncian estas cosas del hombre, tanta evolución e involución..tanta atrosidad pasada y presente..me duele mi país, me duele el mundo.
Me gusta tu estilo de escritura, fuerte y definido, te dejo un abrazo desde mi tierra Argentina! y gracias por tu visita!hasta pronto.

Mario García dijo...

Roy:

Aqui no tenemos niños militares, pero tenemos niños abandonados a su suerte, creo que los ejemplos de estas naciones deben ayudarnos a poner nuestra mano en el corazón, y a sacar a nuestra niñez adelante. Creo que si queremos seguir considerandonos un pais de paz, debemos sembrar el amor en los corazones de nuestra niñez.El aporte que podemos hacer es mucho, y va más allá de lo meramente economico, lo importante es que tengamos una actitud de ayuda a la niñez, y a la juventud. Son ejemplos dolorosos que podemos evitar que se repitan en nuestro pais.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Graciela:
Es muy doloroso, además esa tierra que produce de todo como la Argentina, se halla sumido en esa miseria es algo verdaderamente que nos llama a la reflexión de que estamos haciendo en nuestros países, y la responsabilidad política de nuestros gobernantes de turno.
Saludos


Héroe:
Tienes toda la razón, debemos aprender de las experiencias, no las podemos olvidar, y es que seguimos en esa dinámica de olvidar las malas experiencias y no sacar alguna cosa buena de ellas, entonces para que fueron esas malos gobiernos, esas malas políticas, etc.

No olvidemos.
Saludos

RMS dijo...

¡Felicitaciones Roy!. Que buen artículo. Sin palabras.
Es la realidad. ¿Qué estamos haciendo con ello?. Voluntariamente o no, vamos transfiriendo los odios a una nueva generación que desde ya hace que el panorama sea de sombras. ¿Hasta cuando?.
Se me viene a la mente aquel documental que le comenté hace un tiempo de Medio Oriente.
Conmovedor.
Un abrazo estimado amigo.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Rammses:
Ese documental israelí es muy bueno, y si que estamos haciendo como sociedad,muy buena pregunta.
Saludos