sábado, 16 de enero de 2010

Grito de los Excluidos/as globales

¡El Grito de dolor y por justicia del pueblo haitiano es también nuestro grito!

Desesperación

REUTERS 15-01-2010

Afectados por el terremoto intentan conseguir agua durante un reparto de alimentos en Puerto Príncipe. Estas manos han pedido ayuda durante décadas, vamos a ver si el mundo se recuerde de Haití dentro de un año.

Desde que tengo memoria y me interese tanto por el comercio internacional, como por las relaciones internacionales, he oído hablar de Haití como uno de los países más pobres no solo del continente de las Américas sino en el mundo.

Y es que las cifras de la catástrofe peregne de ese pueblo son apocalípticas, ya que no solo el terremoto ha destruido sueños y vidas, sino el vivir cotidiano es algo terrible aun antes del desbastador evento sísmico.

Se vive con menos de un dólar al día, 90% de la población no estudia y una cifra casi igual no tiene acceso a los servicios básicos de agua potable, salud, medicinas, educación, techo digno, alimentación, Uno de cada cinco haitianos padece de Sida, una verdadera catástrofe nacional, la esperanza de vida es de menos de cincuenta años.

Históricamente hace varios siglos Haití era una nación o más bien un pueblo muy prospero, pero la envidia de potencias colonizadoras en esas épocas, impusieron un bloqueo por décadas, desbastador, se dice que el bloqueo a Cuba no es comparable al que vivió el pueblo haitiano en ese siglo, que lo sumió en la pobreza y la miseria extrema.

En mi opinión la vida de Haití después del terremoto seguirá crítica, pasara el momento de estar en la palestra mundial de noticias y la vida continuara. Cuantos años Haití se ha sabido de su paupérrima situación y ninguna potencia o grupo de naciones se han preocupado por su situación miserable.

Ya hemos discutido en este blog y en mis post que dando ayudas económicas no se resuelven los problemas económicos, políticos y sociales de las naciones, un buen ejemplo es África. Que a pesar de ser un continente rico en diamantes, uranio y otro mineral raro para la producción de baterías para celulares, lo que se ha hecho y se hace aun hoy en día es una explotación inmisericorde de sus recursos naturales. No podemos olvidar los famosos diamantes de sangre de África, que han costado la vida de miles de miles de seres humanos por la ambición desmedida de sus dirigentes en un concubinato criminal con empresas transnacionales y capitales privados que explotan los diamantes de manera criminal.

En mi humilde opinión hay que llevar varios planes Marshall a varias naciones del mundo, África, Palestina y Haití, sería la única manera de poder sacar a estas naciones del olvido mundial y de la postración ante la miseria. Desarrollar carreteras, escuelas, colegios, universidades, hospitales,empresas, aeropuertos, puertos donde se puedan construir, telecomunicaciones, Internet, agua potable, energía eléctrica, servicios sanitarios, electricidad, habitación, alimentación, producción de granos y cría de rebaños, fabricas, enviar tecnología de punta para hacer de estas naciones más prosperas y seguras.

Sería un trabajo titánico a llevar a cabo, y las naciones más ricas del mundo deberían aportar recursos masivos y destinar aunque sea el 10% de los recursos destinados a la producción de armas o un impuesto del 50% a la venta de armas para la guerra, y transferirlos a este plan masivo de ayuda, para poder salvar a estos millones de seres humanos olvidados de la mano del ser humano.

60 comentarios:

Anónimo dijo...

Concuerdo contigo Roy. Haití es claro ejemplo del abandono de las naciones más poderosas y de instituciones que irónicamente existen para casos como estos.

No sé por que siento que nos han engañado de nuevo.

Pero bueno, para eso tenemos nosotros nuestras propias manos, para cambiar esto si realmente queremos.
Punto.

Saludos Roy.
Hannibal

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

©hannibal:
Concuerdo contigo al final de tu comentario, tenemos nuestras manos para construir en nuestras naciones un futuro mejor. Pero ante la catástrofe de todos estos pueblos se deben desarrollar planes de largo plazo para poder levantar literalmente a estos pueblos del mismísimo polvo.
Saludos

Steki dijo...

Concuerdo con ustedes, caballeros, absolutamente.
Besos a los dos y buen fin de semana.
STEKI.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Steki:
Buen fin de semana para ti también.
Saludos

...flor deshilvanada dijo...

Yo también concuerdo con vos y me prendo de eso que... hay que ver si dentro un año Haiti no ha quedado en el olvido.

Te dejo un beso Roy, que pases un lindo finde!

Marina dijo...

Pues tienes tanta razón que duele. Duele porque el que tengas razón no va a arreglar nada. Los paises ricos no harán nada después, igual que no han hecho nada antes.

¡Lástima que tengas tanta razón!.

Un abrazo

Unknown dijo...

Realmente doloroso. Ahora que el mundo lo quiere ayudar (aunque sea por pocos días) poco a poco se toma consciencia de que no hay forma de hacer llegar la ayuda y que cuando la encuentran tal vez sea muy tarde.

TORO SALVAJE dijo...

Coincido contigo.
Planes Marshall o no hay nada que hacer.

Saludos.

Gizela dijo...

De acuerdo contigo..
Pero además de planes Marshal, se debería reestructurar la lista de delitos de lesa humanidad.
Y someter a juicio a los gobernantes que matan de hambre a su pueblo, de hambre de comida, de hambre de educación.
Los que venden esperanzas en campañas y después las olvidan enriqueciéndose ellos a costa de un pueblo
Tal vez antes, no era tan factible, más ahora se sabe los ingresos de los países.
La corrupción es el cáncer, que mina los pueblos...
Nada se hace con tumbarlos y volverlos a construir, si internacionalmente no se persigue la corrupción.
Y suena extremo, pero de verdad que siento, es la única solución.
Besotesss y lindo domingo.
Aquí...gris y triste
Gizz

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Roy, lo que está pasando en Haití es simplemente espantoso, pero también es una oportunidad para que la humanidad entera reflexione sobre lo que estamos haciendo con el planeta, pues Haití antes del terremoto ya era un completo desastre humano y ecológico.

La espantosa tragedia del terremoto es una oportunidad para que todos nos cuestionemos qué estamos haciendo para mejorar las condiciones de vida de nuestros semejantes, pero sobre todo, qué estamos dispuestos a hacer y qué privilegios estamos dispuestos a sacrificar.

Como sabés, yo no soy creyente religioso, me considero más bien un humanista secular en ese sentido, pero por esa misma razón valoro enormemente la vida de todos los seres que habitamos la Tierra y cada vez creo más que el amor, la humildad y la compasión son la única esperanza para que la humanidad pueda sobrevivir.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

...flor deshilvanada:

Este es un problema apocalíptico lo que se vive en Haití pero creo que han muerto cientos de miles en el pasado y casi nadie se ha preocupado, solo ayudas pírricas han llegado, son como gotas en un desierto de arena.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Marina:
Si ya he visto que después de pasar la tragedia inmediata se les olvida, hasta en Costa Rica hace un año se dio un terremoto en una zona del país y el gobierno prometió cielo y tierra y un año después la población está esperando ayuda, así somos los seres humanos, reaccionamos a la tragedia inmediata y después no le damos seguimiento.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Julio Córdoba:
Es increíble en esta era que pueblos enteros sufran tal calamidad y si el desastre es de tal magnitud que loas carreteras y puentes cayeron y los que están atrapados seguro morirán.

Apocalíptico, entierros de miles de seres humanos en fosas comunes, epidemias, hambre, sed y si no se llega rápido morirá el 30% de los que en este momento están heridos.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

TORO SALVAJE:
No le veo otra salida, si no hay una ayuda masiva nada se podrá hacer.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Gizela:
En el post anterior se me quedo un término que estaba pensado decírtelo, y es IMPUNIDAD, es el peor cáncer para los pueblos y es cierto todos estos cleptocráticos gobernantes, que solo llegan a enriquecerse de sus pueblos, deberían ser perseguidos globalmente y llevarlos ante la justicia.

Y como bien apuntas hoy la internacionalización de la justicia es algo que puede ser usado por el largo brazo de la justicia.

Pero un plan Marshall para estas naciones definitivamente no puede esperar.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Jerry Espinoza:
Oía a un analista decir como Haití fue deforestado por sus habitantes para usar la madera como medio de combustión para cocinar y calentarse. Como se le dice a un pueblo que muere de hambre y no tiene acceso a los servicios básicos que no destruya su medio ambiente si ve que mueren sus semejantes alrededor por las extremas carencias.

Es un desastre y como raza humana que somos deberíamos avergonzarnos. Haití el 30% del PIB son remesas, el 60% del PIB son las ayudas internacionales y que no necesariamente pasan por el gobierno van a la sociedad civil, de fijo como dice Gisela debe ser por la corrupción galopante existente en ese país. El resto 10% debe ser lo poco que ahí se produce o se comercia.

La tragedia existe hace años solo que hoy es tal la magnitud de esta que salió a la palestra mundial, todo esto nos debe llamar a meditar de que hacemos por nuestros semejantes, pero nos venden la idea de ser individualistas, de buscar solo nuestro propio beneficio aun por encima de los demás, algo muy triste.

En verdad que el dolor humano que vive esa nación no lo podemos imaginar.
Saludos

Escalante dijo...

También comparto tu opinión, Haití tiene una larga historia de pobreza e inestabilidad política y tal parece que sólo una catástrofe de tal magnitud llama la atención de las grandes potencias y de los países que tenemos parecidos problemas. Me da cierta pena que se hable de solidaridad sólo en momentos de incertidumbre.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Roberto:
A veces solo este tipo de calamidades logran activar las conciencias dormidas de nuestros gobernantes, que no son visionarios y solidarios.

Es terrible en verdad todo esto que pasa, pero en países como el Congo un grupo mato a 800 mil seres humanos a machetazos y casi nadie dijo nada, es difícil la situación de todos estos pueblos.
Saludos

Blas Femia dijo...

Lo de Haití ha sido una catástrofe humana. Insto a todos los lectores de este blog a colaborar con esta pobre gente tan sufrida.

Por otro lado, reflexiono sobre la importancia de que un país funcione bien, como tal. Haití lleva años demostrando una total inoperancia, una total ineptitud para superar sus problemas más básicos.

No me parece justo culpar de ello a las naciones "más ricas". Si sos pobre, tenés el doble de responsabilidad como político, como trabajador, como educador, en cualquiera que sea tu rol.

Creo que Haití tendrá que despertar como país. Recibir ayuda para superar la catástrofe y luego empezar a ayudarse ellos mismos.

Las víctimas merecen que los haitianos más afortunados les rindan ese honor.

Carlos Alberto dijo...

La idea de un Plan Marshall para Haití me parece excelente. ¡Ojalá pudiera hacerse realidad! ¡Sería maravilloso!

(Los Estados Unidos, después de la Segunda Guerra Mundial, tenían una FORTÍSIMA motivación para llevar adelante ese plan maestro: Frenar el avance del comunismo. Con esa idea fija en la mente, estaban dispuestos a hacer milagros.)

¿La esperanza de vida de Haití es de menos de cincuenta años? Un dato tristísimo. En Estados Unidos, en el año 1900, el promedio de vida era de unos cuarenta años. ¡Hace ciento diez años!

Muy buena entrada. Saludos.

Terox dijo...

Culpar a las naciones "ricas" es una salida muy sencilla, a lo mejor hasta fomentada por los mismos gobernantes (a todo nivel) corruptos...

Ahora hay que ayudar a paliar la crisis inmediata, pero en el fondo, sólo los haitianos pueden salir de su situación. Mientras no haya un gobierno medianamente eficaz, es como "echarle agua a un canasto"...

Terox dijo...

Por cierto, se me olvidaba, esa cita tuya ¿es de Durán Ayanegui? Lo vi diciendo algo similar en la tele... Pero otra vez, me parece equivocado el enfoque... según leí por ahí, ciertamente a los haitianos les costó ser reconocidos como país independiente... creo que uno de los últimos países en hacerlo fue Estados Unidos, pero hace unos 150 años de eso... achacarle a eso el estado actual del país es tan futil como culpar de la pobreza en América Latina al saqueo del oro por parte de los españoles... la verdadera tragedia de Haití han sido sus (des)gobiernos...

Terox dijo...

Pat Robertson: “Terremoto en Haití se debe que este país pactó su independencia con el diablo”

"Ellos hicieron un pacto con el diablo. Te serviremos si nos quitas de encima a los franceses. ¡Es una historia auténtica! El diablo les dijo: Ok, denlo por hecho. Se deshicieron de los franceses, pero fueron maldecidos. Esa isla fue partida en dos. De un lado Haití y del otro República Dominicana. La República Dominicana es próspera, sana, llena de balnearios. Haití es desesperadamente pobre. La misma isla”.

Anónimo dijo...

Terrible verdad amigo, no importa cuanta ayuda economica se les pueda brindar, si el puelblo no pone de su parte jamàs van a salir de su caos economico.

Tienes razòn, dentro de un año Haiti solo serà otra noticia màs en el olvido...

Salu2 de WOLVERINE.

Anónimo dijo...

Terox interesantes datos, gracias por compartirlos.

Salu2 de WOLVERINE.

Carlos Alberto dijo...

Coincido con Terox en que el drama de Haití tiene que ver con sus gobernantes. Más precisamente con sus dictadores. Que devastaron al país. Antes de esta terrible catástrofe, no había agua corriente en Haití. ¡Es muy impresionante que hayan convertido a su tierra en un desierto!

Saludos, Terox.

VALENTIN dijo...

No me gustaria parecer manzana de Discordia, pero quizas estar un poco cerca de la circunstancia me da cierta propiedad de expresar una postura con sentido comun, sin asumir la verdad universal, pero creo que nuestro vecino pais lo ha invadido la pobreza mental y no es cosa de ahora sino el legado de sus ancestros y su filosofia nomada de los africanos; es increible el caos y las muertes y heridos que se han producido por el simple hecho de obtener un vaso de agua ... desesperacion? quizas!
Aunque si pienso que todos debemos apoyar Haiti en estos momentos y quizas dentro de algun tiempo, cuando las desgracias y la hambruna no sean negociables, los mismos o las nuevas generaciones, cambien el sistema interno que no los deja ocasionalmente mirar mas alla de sus pestañas.
Un cordial y afectuoso saludo estimado Roy.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Blas Femia:
Creo que no es mi intención echarle la culpa a los países ricos, el Plan Marshall no se dio por la culpa de las naciones ricas, sino como un gran gesto de solidaridad y de ayuda, claro la motivación fue detener en ese lado el comunismo.

Solo los pueblos pueden salir adelante en estas catástrofes, al mundo le toca ahora ayudarlos.
Saludos

Aristos Veyrud dijo...

1)
Para participar en este foro quisiera citar un artículo de Reinaldo Spitaletta aparecido en El Espectador:
" El diablo en Haití-
Haití, que dio una lección a toda América de cómo hacer una revolución, cómo luchar contra el colonialismo y seguir la ruta de Espartaco en la liberación de los esclavos, es hoy –como ayer- una nación destruida.

Y no sólo los fenómenos naturales se han ensañado contra el país más desamparado de este hemisferio. Haití, después de los tiempos del rey negro Henri Christophe (miles de esclavos construyeron para él el Palacio de Sans-Souci), han tenido muy cerca a un diablo. Y no es que, como lo dijera a grandes voces un predicador de la isla, los haitianos hayan hecho un pacto con el demonio, como sí lo hizo el gran violinista italiano Niccolo Pagani, sino que les ha pasado como, por decir, a los mexicanos en el siglo XIX: muy lejos de Dios pero muy cerca de los Estados Unidos.

La ruina política y económica de ese país, misterioso para muchos, ha sido impuesta desde hace tiempos. La devastación provocada por el terremoto cae sobre una tierra arrasada, objeto de todas las humillaciones y expoliaciones de parte de los Estados Unidos, que allí ha puesto y quitado tiranuelos y presidentes de bolsillo, según sus intereses y vaivenes estratégicos."

Aristos Veyrud dijo...

2)
"Como se sabe, Washington se ha opuesto desde antes de los terribles tiempos de Papá Doc, a la construcción de una economía estable y sostenible en ese país. Uno de los efectos de las intervenciones gringas en los asuntos internos de Haití ha sido, por ejemplo, el desplazamiento de miles de personas de los campos para ir a engrosar lo que desde hace años se conoce como las villas miseria, casi todas en Puerto Príncipe.

Haití, como se ha dicho la primera en promover la libertad de los esclavos, tiene precisamente un trabajo esclavista impuesto por las élites nativas y extranjeras. El país no tiene infraestructuras civiles, financieras y productivas que permitan a la gente acceder a trabajos decentes y a tener resueltas sus necesidades básicas. Es más: parece que el proyecto neocolonialista lo que busca es exactamente que los haitianos mal vivan en medio de las hambrunas y las enfermedades.

Hay que recordar que después de la revolución haitiana (de la cual Bolívar también se nutrió), Estados Unidos estuvo mucho tiempo, más de sesenta años, sin reconocer al nuevo país. Y más bien lo invadió en 1915 no sólo para “abrirlo a la propiedad extranjera en los asuntos locales”, sino para inaugurar un estado perpetuo de intervenciones y dominación. Entre sus tácticas –tan conocidas en otros territorios- estuvieron las de aupar a sanguinarios dictadores, los cuales se encargaban de cuidar la propiedad de los extranjeros, entre los cuales estaba el City Bank."

Aristos Veyrud dijo...

3)
"Haití, la que derrotó a Napoleón y su imperio, tierra de maravillas, de vudú y pintores populares, ha vivido en la boca del lobo. Y uno de los más recientes lobos –hay que recordarlo- fue Bush, que bloqueó internacionalmente a los haitianos y puso en jaque al gobierno de Jean-Bertrand Aristide, el primero elegido por voto popular en toda la trágica historia de esa nación. Uno de los intentos de Aristide para mejorar la situación de sus compatriotas había sido la de aumentar el salario mínimo.

Y entonces la medida desató la furia de las transnacionales y de los cipayos locales, acostumbrados a tener mano de obra barata. Lo que pasó ya lo sabemos: Aristide fue expulsado del país por los terroristas auspiciados por Estados Unidos, y sus copartidarios fueron masacrados. Su lugar lo ocuparon los arrodillados de Washington que siguieron sumiendo al país en la miseria y la represión.

Haití, ¡pobre de ti!, continúa el lamento. Tierra arrasada no solo por la naturaleza sino por lo que sí sería el auténtico diablo posmoderno: el imperialismo norteamericano"

Terox dijo...

Dilman, ¿y cuáles serían esas transnacionales gringas? ¿qué producto estratégico podría justificar que le tengan el mecate tan corto? Y encima deberían recuperar (los gringos) toda la plata que invierten a través del AID... sólo para los huracanes de setiembre del 2008 se fueron casi $20 millones...

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Terox:
Bueno yo en mi post no culpo a las naciones ricas de lo que pasa en otras latitudes, aunque si se han beneficiado de materias primas y de otras riquezas de casi todas esas naciones.
Al final son los mismos pueblos los que deben salir de sus crisis, pero en este caso creo que Haití si necesita un plan Marshall y no es echarle la culpa a los ricos, pero yo me preguntaría, ya que citas a un predicador: Para que Dios prospera a las naciones, si no es para que socorran a los más necesitados y sean solidarios con los que menos tienen.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Terox:
Bueno tocas un punto algo sensible, yo en lo personal procuro bajo todas las circunstancias hacer un análisis mas allá de lo político o lo económico, pero con esa cita que pones no puedo quedarme callado y vos sabes que no lo voy hacer. Voy a dar mi punto de vista cristiano, no para hacer discordia, ya que es simplemente mi humilde opinión de lo que yo creo desde el plano espiritual lo que pasa en ese país.

En América Latina los que tenemos alguna descendencia indígena, tenemos herencias de ritos que son considerados ocultistas, en el sentido que se adora a seres que no son el Dios cristiano que yo en lo personal conozco.

En África pasa también lo mismo raíces ocultistas en todos sus ritos paganos, muchos los llaman culturas y herencias de sus ancestros, los que hemos estudiado algo, aunque sea ínfimo de la biblia pues lo llamamos ritos ocultistas.

Al traer esclavos a nuestras Américas, todos esos ritos vienen acompañados de los que fueron esclavos en algún momento, claro también nos heredaron el blues, y muchos afroamericanos y afro latinoamericanos, se hicieron a la creencia cristiana. En EEUU vemos muchas iglesias protestantes llenas de descendientes de esos esclavos.

Hay una cita en uno de los 10 mandamientos: 5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Yahveh tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, esa última frase que visito la maldad de los padres obre los hijos… es ahí donde se dan esas herencias que pasan de generación en generación.

Ante todo eso es que se cree desde la óptica cristiana, que potestades y principados se apoderan de ciertas zonas geográficas, donde se practiquen este tipo de ritos satánicos en adoración a Satanás, al grado que son regiones que no prosperan, y sufren calamidades sobre calamidades y al final, esa maldición trae sobre la tierra hambre, destrucción y muerte.

Por eso es que me llamo la atención la cita que nos compartiste, una cosa que yo he creído siempre es que todo cuestión espiritual tiene consecuencias, ya sea positiva o negativas en nuestro mundo natural.

Pero esta es mi simple opinión desde mi óptica y mi visión de mundo cristiano, no necesariamente debe ser cierta para los demás.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Cornelivs:
Gracias por pasar amigo mío.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

WOLVERINE:
Claro debe ser un trabajo titánico de partes de todas y todos, tanto los haitianos como la comunidad internacional, por eso creo que se debe dar un plan Marshall, ya se ve la desesperación de los haitianos ante la zozobra, el hambre y el hedor de la muerte por doquier, en verdad es simplemente apocalíptico lo que ahí se vive.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Carlos Alberto Arellano:
Es un desierto, pero las agencias internacionales les decían que no cortaran losa árboles, pero era la única manera de poder tener algún tipo de combustible para cocinar y calentarse, como se le dice a alguien que no destruya sus bosques, si no tienen otro tipo de recurso a la mano.

Los gobernantes son culpables de toda esa destrucción, pero eran casi todos dictadores y el único electo democráticamente fue derrocado, es terrible lo que ahí se vive.

Vemos que la ayuda masiva llega, pero es tal el caos y la destrucción que los haitianos entraron ya en pánico, no sé como ira a terminar esa situación y todo eso es caldo de cultivo para extremismos.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

VALENTIN:
El caos y la desesperación no dejan que el ser humano sea racional, la gente entra en pánico y se vuelve agresiva y matara hasta por un vaso de agua.

Dos millones de niños deambulando por Haití, es algo que no tenemos idea, la magnitud de la tragedia es terrible, al rato los haitianos se acostumbraron a la ayuda internacional y no buscan como salir de su propio caos económico, político y social, ya que el 30% del PIB son remezas, y un 60% del PIB son las ayudas internacionales, o sea ahí no se produce ni lo que se come, de deforesto el país y hoy vemos el nivel de destrucción y miseria que se vive ahí.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Dilman:
Muchas de esas estrategias que menciona el articulo es algo que se dio y se sigue dando en el mundo de las transnacionales, es lógico ellos buscan ganancias multimillonarias y buscan mano de obra barata y materias primas para hacer que sus costos caigan y así poder producir holgadamente, es algo que se da siempre.

Las empresas no están para ser solidarias con esos países, están simplemente para generara buenas ganancias.
Saludos

Terox dijo...

Roy y Carlos Alberto, la diferencia es que en el plan Marshall se ayudó a países dispuestos a sacrificarse, organizados y eficientes (los tigres asiáticos son otro ejemplo). Haití (y muchos países africanos) es un caos que hace inútil la mayoría de la ayuda que recibe...

Haiti dijo...

Haití: La maldición blanca


Eduardo Galeano

El primer día de este año [2004], la libertad cumplió dos siglos de vida en el mundo. Nadie se enteró, o casi nadie. Pocos días después, el país del cumpleaños, Haití, pasó a ocupar algún espacio en los medios de comunicación; pero no por el aniversario de la libertad universal, sino porque se desató allí un baño de sangre que acabó volteando al presidente Aristide.
Haití fue el primer país donde se abolió la esclavitud. Sin embargo, las enciclopedias más difundidas y casi todos los textos de educación atribuyen a Inglaterra ese histórico honor. Es verdad que un buen día cambió de opinión el imperio que había sido campeón mundial del tráfico negrero; pero la abolición británica ocurrió en 1807, tres años después de la revolución haitiana, y resultó tan poco convincente que en 1832 Inglaterra tuvo que volver a prohibir la esclavitud.
Nada tiene de nuevo el ninguneo de Haití. Desde hace dos siglos, sufre desprecio y castigo. Thomas Jefferson, prócer de la libertad y propietario de esclavos, advertía que de Haití provenía el mal ejemplo; y decía que había que “confinar la peste en esa isla”. Su país lo escuchó. Los Estados Unidos demoraron sesenta años en otorgar reconocimiento diplomático a la más libre de las naciones. Mientras tanto, en Brasil, se llamaba haitianismo al desorden y a la violencia. Los dueños de los brazos negros se salvaron del haitianismo hasta 1888. Ese año, el Brasil abolió la esclavitud. Fue el último país en el mundo.
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Haití ha vuelto a ser un país invisible, hasta la próxima carnicería. Mientras estuvo en las pantallas y en las páginas, a principios de este año, los medios trasmitieron confusión y violencia y confirmaron que los haitianos han nacido para hacer bien el mal y para hacer mal el bien.
Desde la revolución para acá, Haití sólo ha sido capaz de ofrecer tragedias. Era una colonia próspera y feliz y ahora es la nación más pobre del hemisferio occidental. Las revoluciones, concluyeron algunos especialistas, conducen al abismo. Y algunos dijeron, y otros sugirieron, que la tendencia haitiana al fratricidio proviene de la salvaje herencia que viene del Africa. El mandato de los ancestros. La maldición negra, que empuja al crimen y al caos.
De la maldición blanca, no se habló.
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La Revolución Francesa había eliminado la esclavitud, pero Napoleón la había resucitado:
–¿Cuál ha sido el régimen más próspero para las colonias?
–El anterior.
–Pues, que se restablezca.
Y, para reimplantar la esclavitud en Haití, envió más de cincuenta naves llenas de soldados.
Los negros alzados vencieron a Francia y conquistaron la independencia nacional y la liberación de los esclavos. En 1804, heredaron una tierra arrasada por las devastadoras plantaciones de caña de azúcar y un país quemado por la guerra feroz. Y heredaron “la deuda francesa”. Francia cobró cara la humillación infligida a Napoleón Bonaparte. A poco de nacer, Haití tuvo que comprometerse a pagar una indemnización gigantesca, por el daño que había hecho liberándose. Esa expiación del pecado de la libertad le costó 150 millones de francos oro. El nuevo país nació estrangulado por esa soga atada al pescuezo: una fortuna que actualmente equivaldría a 21,700 millones de dólares o a 44 presupuestos totales del Haití de nuestros días. Mucho más de un siglo llevó el pago de la deuda, que los intereses de usura iban multiplicando. En 1938 se cumplió, por fin, la redención final. Para entonces, ya Haití pertenecía a los bancos de los Estados Unidos.

Haiti2 dijo...

A cambio de ese dineral, Francia reconoció oficialmente a la nueva nación. Ningún otro país la reconoció. Haití había nacido condenada a la soledad.
Tampoco Simón Bolívar la reconoció, aunque le debía todo. Barcos, armas y soldados le había dado Haití en 1816, cuando Bolívar llegó a la isla, derrotado, y pidió amparo y ayuda. Todo le dio Haití, con la sola condición de que liberara a los esclavos, una idea que hasta entonces no se le había ocurrido. Después, el prócer triunfó en su guerra de independencia y expresó su gratitud enviando a Port-au-Prince una espada de regalo. De reconocimiento, ni hablar.
En realidad, las colonias españolas que habían pasado a ser países independientes seguían teniendo esclavos, aunque algunas tuvieran, además, leyes que lo prohibían. Bolívar dictó la suya en 1821, pero la realidad no se dio por enterada. Treinta años después, en 1851, Colombia abolió la esclavitud; y Venezuela en 1854.
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En 1915, los marines desembarcaron en Haití. Se quedaron diecinueve años. Lo primero que hicieron fue ocupar la aduana y la oficina de recaudación de impuestos. El ejército de ocupación retuvo el salario del presidente haitiano hasta que se resignó a firmar la liquidación del Banco de la Nación, que se convirtió en sucursal del Citibank de Nueva York. El presidente y todos los demás negros tenían la entrada prohibida en los hoteles, restoranes y clubes exclusivos del poder extranjero. Los ocupantes no se atrevieron a restablecer la esclavitud, pero impusieron el trabajo forzado para las obras públicas. Y mataron mucho. No fue fácil apagar los fuegos de la resistencia. El jefe guerrillero, Charlemagne Péralte, clavado en cruz contra una puerta, fue exhibido, para escarmiento, en la plaza pública.
La misión civilizadora concluyó en 1934. Los ocupantes se retiraron dejando en su lugar una Guardia Nacional, fabricada por ellos, para exterminar cualquier posible asomo de democracia. Lo mismo hicieron en Nicaragua y en la República Dominicana. Algún tiempo después, Duvalier fue el equivalente haitiano de Somoza y de Trujillo.
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Y así, de dictadura en dictadura, de promesa en traición, se fueron sumando las desventuras y los años.
Aristide, el cura rebelde, llegó a la presidencia en 1991. Duró pocos meses. El gobierno de los Estados Unidos ayudó a derribarlo, se lo llevó, lo sometió a tratamiento y una vez reciclado lo devolvió, en brazos de los marines, a la presidencia. Y otra vez ayudó a derribarlo, en este año 2004, y otra vez hubo matanza. Y otra vez volvieron los marines, que siempre regresan, como la gripe.
Pero los expertos internacionales son mucho más devastadores que las tropas invasoras. País sumiso a las órdenes del Banco Mundial y del Fondo Monetario, Haití había obedecido sus instrucciones sin chistar. Le pagaron negándole el pan y la sal. Le congelaron los créditos, a pesar de que había desmantelado el Estado y había liquidado todos los aranceles y subsidios que protegían la producción nacional. Los campesinos cultivadores de arroz, que eran la mayoría, se convirtieron en mendigos o balseros. Muchos han ido y siguen yendo a parar a las profundidades del mar Caribe, pero esos náufragos no son cubanos y raras veces aparecen en los diarios.
Ahora Haití importa todo su arroz desde los Estados Unidos, donde los expertos internacionales, que son gente bastante distraída, se han olvidado de prohibir los aranceles y subsidios que protegen la producción nacional.
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En la frontera donde termina la República Dominicana y empieza Haití, hay un gran cartel que advierte: El mal paso.
Al otro lado, está el infierno negro. Sangre y hambre, miseria, pestes.
En ese infierno tan temido, todos son escultores. Los haitianos tienen la costumbre de recoger latas y fierros viejos y con antigua maestría, recortando y martillando, sus manos crean maravillas que se ofrecen en los mercados populares.
Haití es un país arrojado al basural, por eterno castigo de su dignidad. Allí yace, como si fuera chatarra. Espera las manos de su gente.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

GALEANO TIENE UNA CLARIDAD QUE POCOS TIENEN PARA DESNUDAR LA INJUSTICIA HUMANA Y REFRESCARNOS LA MEMORIA HISTÓRICA QUE LOS MEDIOS Y LA EDUCACIÓN SE LA PASAN ENTERRANDO. ALGUNOS IGNORANTES LE ECHAN LA CULPA A DIOS.... O AL COMUNISMO, O A LO QUE SEA, MENOS DECIR LA VERDAD.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Terox:
Ahí es donde radica la solidaridad y el ingenio de las naciones poderosas, de hacer eso posible, en la Segunda Guerra Mundial, países desbastados, como iban a saber los EEUU que esas naciones si estaban dispuestas a sacrificarse.

Claro la diferencia es que estaba el comunismo a las puertas, tocándolas día y noche y occidente temió y entonces ayudo, en Haití y en África no, son muy poco sacrificados para ser merecedores de un plan verdadero.

Claro en lo del caos y en lo demás tienes razón, pero creo que esas naciones se han sacrificado hasta el cansancio.

Lo que a mi si me duele es que dentro de una año todo se habrá olvidado y seguiremos en lo mismo, como ves vos Terox que una nación como Haití puede salir de todo eso, tienes alguna idea que compartas con nosotros, la verdad que sin una ayuda masiva verdadera yo no veo una solución a corto plazo, aunque los mismos haitianos quisieran salir por sus propios medios.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Al contrario que EE UU, la UE es una potencia de carácter predominantemente civil: Washington ha enviado a Haití un portaaviones y 10.000 soldados. Es su visión del mundo, pero hay poco que criticar: la seguridad es un bien tan necesario como cualquier otro. Idealmente, Europa tendría que ser capaz de aportar al menos parte de lo demás que hasta ahora EE UU ha sido incapaz de hacer llegar a ese desolado país caribeño: agua, luz, sanidad, educación y unas instituciones que funcionen. Sin duda, imponer el orden en las calles puede parecer más fácil que ayudar a levantar un Estado fallido, pero cada uno debe ser juzgado de acuerdo con sus capacidades y, claramente, las capacidades de Europa son distintas de las de EE UU. La solidaridad con Haití exige que comisarios europeos y Gobiernos nacionales estén en la parrilla (democrática).

jitorreblanca@ecfr.eu

http://www.elpais.com/articulo/internacional/parrilla/europea/elpepiint/20100118elpepiint_7/Tes

alfonso dijo...


Ahora es el momento de la ayuda humanitaria urgente. Después llegará la reconstrucción. Será entonces el momento en el que las organizaciones sociales deberán presionar para que el modelo sea el adecuado.
Al tiempo, debiéramos revisar el papel desarrollado por las potencias explotadoras, Francia y USA, que han llevado a ese pueblo a la miseria previa al desastre.
Pero ahora es el momento de actuar para que el desartre no adquiera dimensiones totales.

saludos, Roy... he estado ausente.

CR ____________________________________
LMA

Terox dijo...

Roy, a mí no me queda duda que el éxito del plan Marshall no radicó en la cantidad de dinero sino en su utilización.

Con respecto a Haití, la única idea que puedo aportar es que de ellos mismos deben salir las soluciones. Creo que ninguna política impuesta desde afuera prosperará realmente.

En este momento, sólo queda hacer una donación a la Cruz Roja Internacional, para paliar un poco este último desastre, pero más allá de eso, creo que los haitianos deberían unirse y organizarse para salir entre todos de su situación.

Anónimo dijo...

Haití que dolor se siente por este país ahorita, me hace recordar el terremoto de la primera capital de mi país, hace 100 años, Cartago. Donde hubo que enterrar a los muertos en fosas comunes por la falta de infraestructura. Impresionante lo que han dicho en el post, el país surrealista de la extraordinaria obra literaria que inspiró a Alejo Capentier a escribir el Reino de este mundo. Donde un negro mandinga se corta la mano en una máquina cortadora de caña de azúcar y empieza toda una serie de pestes y tragedias. Las que hablan los dominicanos y las que hoy sufre ese valeroso pueblo. Que triste parece que Dios no pasó por Haití parafraseando la hermosa película Cristo no estuvo en EBoli que se referia a las calamidades económicas sufridas por ese pueblo italiano entre el período entre guerras.

Anónimo dijo...

Haití que dolor se siente por este país ahorita, me hace recordar el terremoto de la primera capital de mi país, hace 100 años, Cartago. Donde hubo que enterrar a los muertos en fosas comunes por la falta de infraestructura. Impresionante lo que han dicho en el post, el país surrealista de la extraordinaria obra literaria que inspiró a Alejo Capentier a escribir el Reino de este mundo. Donde un negro mandinga se corta la mano en una máquina cortadora de caña de azúcar y empieza toda una serie de pestes y tragedias. Las que hablan los dominicanos y las que hoy sufre ese valeroso pueblo. Que triste parece que Dios no pasó por Haití parafraseando la hermosa película Cristo no estuvo en EBoli que se referia a las calamidades económicas sufridas por ese pueblo italiano entre el período entre guerras.

fede dijo...

El que escribió el anterior comentario fue Federico Vargas Leiva no Anónimo.

Aristos Veyrud dijo...

Se dice que el cacique Hatuey luego de ser asediado y perseguido por el ejército invasor español en la isla que hoy se conoce cono Haití y República Dominicana huye hasta llegar a lo que hoy se llama Cuba y empieza a liderar una especie de guerra de guerrillas en esa isla y se conoce uno de sus discursos cuya transcripción se atribuye a fray Bartolomé de las casas
"Este es el Dios (refiriéndose al oro)que los españoles adoran. Por estos pelean y matan; por estos es que nos persiguen y es por ello que tenemos que tirarlos al mar... Nos dicen, estos tiranos, que adoran a un Dios de paz e igualdad, pero usurpan nuestras tierras y nos hacen sus esclavos. Ellos nos hablan de un alma inmortal y de sus recompensas y castigos eternos, pero roban nuestras pertenencias, seducen a nuestras mujeres, violan a nuestras hijas. Incapaces de igualarnos en valor, estos cobardes se cubren con hierro que nuestras armas no pueden romper."
Al final Hatuey es apresado por los españoles allí en Cuba, se cuenta que lo amarraron para encenderlo y quemarlo en la hoguera, pero antes le preguntaron al cacique si deseaba hacerse cristiano para ir al cielo a lo cual el cacique preguntó que si los españoles cuando morían iban al cielo, ellos le respondieron que sí, entonces Hatuey contestó que el prefería ir al infierno, luego de esto encendieron la hoguera.
La intolerancia religiosa y de culto también ha sido la norma en nuestra américa más cuando el cristianismo fue impuesto bajo la espada, el crimen y la tortura como en otros lugares del planeta y al igual que otras religiones en el mundo( creo que Jesús jamás empuño ninguna arma para predicar sus enseñanzas).
Tampoco creo que Dios sea capaz de matar, maldecir o satanizar alguna persona y menos a los niños por no creer en él o creer en cosa distinta, otra asunto es que ciertos grupos lo interpreten de esa manera, pero es su interpretación, a la cual cualquiera tiene el derecho de no creer.
Pat Robertson predicador estadounidense tiene un negocio religioso que por aquí se conoce como El Club 700, sus afirmaciones que la causa de los males de Haití sean por un pacto con el diablo de suguro aumentará sus ganancias y adeptos, este disparate fue un buen golpe de mercadeo para estar en el ojo de la audiencia que sigue los acontecimientos de esta tragedia. No es el único ejemplo de quienes logran lucrar aprovechándose de las desgracias humanas.

Terox dijo...

Dilman, ¿no averiguaste lo de las transnacionales?

lully desnuda dijo...

Excelente análisis que me devuelve a las realidades que he evaluado sobre el tema y que he analizado desde mi óptica: Cuántas más bombas de tiempo hay en el mundo? En Colombia, en México, en Africa...
muchos lugares donde la falta de recursos es extrema y el hambre se incrusta en los seres desamparados. Ellos también merecen una atención especial de renovación y reconstrucción.

¡Te dejo mi buena vibra con mis deseos por felicidades y prosperidades infinitas en este 2010!

Te abrazo apreciado Roy.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Ñoco Le Bolo:
Llego el momento de la reconstrucción, unos que pongan orden, otros que empiecen a levantar los cimientos de una nueva nación.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Terox:
Creo que l plan Marshall no vino ni vendrá a imponerle nada a los pueblos, sino a levantar sus bases como estados y como naciones, no estamos hablando de imponerle ningún estilo de vida en lo político, económico o social, sino en reconstruir todo aquello que se necesite.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Fede:
Me gusto eso que se dice de Dios, aunque se que Dios siempre estará ahí presente y somos nosotros los seres humanos en nuestro libre albedrio nos alejamos de él.

Además todas estas tragedias no son concebidas en el corazón de Dios.
Saludos

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Dilman:
El libro de Tito en la Biblia es muy claro: El que peca y se corrompe trae contra sí mismo su propio juicio….

O sea son nuestras acciones las que traen consecuencias positivas o negativas a nuestras vidas o a nuestras naciones y no es Dios el que nada destruyendo todo, por eso estamos en el tiempo de la gracia de Dios.

En verdad que muchos han cometido horrores, masacres y genocidios en el nombre de Dios, lo que no se yo en verdad es a cual dios conocen.

Muchos tienen un dios en su corazón que brilla como el oro y el dinero muchas veces corrompen los corazones y las almas, es una gran debilidad que tenemos los seres humanos.
Saludos

Terox dijo...

Pues más o menos Roy. Cualquier plan de (re)construcción necesita una forma organizada y eficaz de llevarlo a la práctica. Ahí es donde tienen que decidir los haitianos. En el caos, ninguna plata alcanzará para sacarlos de la miseria... hasta puede ser peor el remedio que la enfermedad... ¿no te acordás de aquel video de la muchacha africana que abogaba porque suspendieran la ayuda a los países africanos?

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

lully desnuda:
Haití nos vuelve a poner los pies sobre la tierra y debemos estar preparados para más eventos que impactaran a nuestra gran aldea global.

La miseria y el hambre están creando las peores crisis en este siglo de la modernidad y del desarrollo científico y tecnológico.
Saludos