Father and Son

El escuchar las palabras de nuestros padres es algo que hacemos desde que estamos en el vientre de nuestras madres.

Tiempos difíciles vivimos en estos días, estamos apenas sorteando la crisis sistémica y de pronto aparece otro foco de tensión o una catástrofe apocalíptica que es trasmitida casi veinticuatro horas diarias y el mundo se queda espantado de lo que sucede en Haití.

Padres e hijos luchan día a día por sobrevivir en algún lado del mundo, en otras latitudes los padres y los hijos e hijas disfrutan del amor de los suyos y su preocupación es simplemente seguir la vida de acuerdo a los parámetros que su sociedad les ha establecido y que el sistema educativo se ha encargado de reproducir.

Es difícil ver morir a nuestros padres, a nuestros hijos, hermanos o amigos en guerras injustas, o en luchas fratricidas por alguna ideología o algún fundamentalismo.

Hasta por ser enemigos de Dios en algún país del Oriente Medio se ejecutan a seres humanos, y que dios será ese que yo en lo personal no lo conozco.

El próximo domingo 7 de febrero en mi bello país vamos a votaciones presidenciales, para escoger a nuestros diputados, y para escoger los representantes a nuestras municipalidades.

Es Costa Rica vivimos una verdadera fiesta cívica cada cuatro años, pero no puedo dejar de sorprenderme con lo que pasa en Venezuela, la dictadura de las mayorías, aplastando sin misericordia a sus opositores.

En una democracia hay reglas, las libertades democráticas no se negocian bajo ninguna óptica, no podemos callar las voces de los pueblos, por desear estar perpetuamente en el poder.

Pero el juego democrático cambia radicalmente, en las misma Costa Rica ahora es el mercado y la oferta y la demanda es la que decide si un banco estatal le desembolsa dinero a un partido político, de acuerdo a las encuestas al mejor postor.

Y lo peor es que son encuestas pagadas por ciertos medios de comunicación muy poderosos, y que son usadas para decidir “democráticamente” quien tiene derecho al dinero de la deuda política con el aval del estado costarricense, o sea es dinero seguro.

Sondeocracia, dictaduras de las mayorías sobre las minorías, o de las minorías sobre las mayorías, plutocracia, cleptocrácia, grandes negocios que ya la línea que separa lo público de lo privado casi ha desaparecido. Gobernantes de turno que ejercen su poder para beneficiar a ciertos grupos económicamente poderosos, o en beneficio propio. Millones de dólares en campañas que no se saben de donde provienen.

La democracia ha cambiado, ya ejercer el voto regularmente no nos garantiza un régimen democrático, debe haber otras prácticas que legitimen los regímenes democráticos, con pesos y contrapesos, que garanticen el juego limpio y equilibrado entre todos los actores.

Democracias inclusivas, con alma y corazón, que puedan incorporar a todas esas masas excluidas a un modelo económico que sea capaz de brindarles lo básico para vivir bien, vivienda digna, alimento tres veces al día, agua potable, energía eléctrica, educación, seguridad social y seguridad alimentaria, sanitaria y salud pública eficiente.

Padres e hijos, una generación le abre camino a la otra generación, nuestros padres nos enseñaron amar a la democracia y muchas veces heredamos de ellos el color del partido político que ellos en algún momento abrazaron, pero al pasar el tiempo, nosotros sus hijos, exigimos más a nuestros gobernantes, para así hacer un cambio de rumbo de la mano de esa generación que nos dejo el campo para decidir qué clase país deseamos.

Elecciones en América Latina y el péndulo gira a la derecha y en Costa Rica vamos a unas elecciones con un verdadero desgaste, tenemos más de un millón de costarricenses en la línea de la pobreza y casi cuatrocientos mil por debajo de ella, o sea que comen con costo una vez al día, algo muy lastimoso para un país con apenas un poco mas de cuatro millones de habitantes.

Spot para televisión del Frente Amplio


Democracia liberal? giraremos hacia la derecha? al continuismo? o algún giro al centro izquierda? ya que la izquierda en Costa Rica, aún esta lejos de ser participe en esta década de un verdadero cambio en la forma de gobernar de mi país.