Un humorista gráfico canadiense fue despedido del multimedio en el que trabajaba luego de publicar una caricatura del presidente estadounidense Donald Trump junto a los cuerpos de los dos migrantes ahogados –padre e hija- en el rio Bravo, en la frontera con Texas. Se trata del prestigioso Michael de Adder.
3 comentarios:
En una democracia notable, ideal, digna de sonoros aplausos, deberían llegar a lo más alto del poder los hombres y mujeres más preparados, los más inteligentes, los más ingeniosos, los dispuestos a tolerar las diferentes costumbres y modos de ver las cosas, los que se sienten ciudadanos del mundo, los que tienen amplísimos intereses, un muy alto nivel cultural, estoy hablando de conocimientos enciclopédicos, los que han demostrado en la práctica poseer esas y otras muchas cualidades. La realidad, por desgracia, es (invariablemente) menos rica, menos sublime, menos prometedora, casi siempre mezquina, gris, dolorosa, decepcionante, perturbadora.
Saludos.
Donald Trump es un matón, un pendenciero, un pistolero del Lejano Oeste, un peleador callejero, un camorrista, un soberbio, un bruto, un prepotente, un intolerante, un insolente, un pagado de sí mismo, un señor al que le tiene sin cuidado las consecuencias de sus actos, un matasiete que cree que puede llevarse el mundo por delante.
«En este mundo, que se vuelve cada vez más y más estrechamente interconectado, tenemos que aprender a tolerarnos unos a otros. Tenemos que aprender a aceptar el hecho de que alguien dirá algo que no nos gustará. Sólo podemos vivir juntos de esta manera. Si vamos a vivir juntos, y no a morir juntos, debemos aprender un tipo de caridad y de tolerancia que sea absolutamente vital para la continuación de la vida humana en este planeta.»
Bertrand Russell
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