domingo, 23 de septiembre de 2007

El daño colateral de una renuncia tardía






Por: Roy Jiménez Oreamuno.



En un comentario anterior que titule Responsabilidad Política, hacia hincapié, en la necesidad que nuestra clase política entendiera lo que es ese tipo de responsabilidades.
Ante la presión de una sociedad civil activa y de unos partidos políticos, y la denuncia en el Semanario Universidad, el vicepresidente Kevin Casas renuncia, pero sin antes dejar, un daño colateral, el cual esta presente en la palestra política.
Aunque el Movimiento Libertario, pidió la renuncia del vicepresidente, no se podrá desligar de la alianzad el Si que cubría al gobierno actual, en una alianza que deja muchos sin sabores.
¿Porque se da un daño colateral?, simplemente, los partidos políticos que estaban junto al gobierno de turno, en dicha alianza, se han visto involucrados, ante la estrategia de un memorando, que se ha venido cumpliendo a cabalidad.
Si nuestra clase política, tuviera la cultura de la responsabilidad política, el señor vicepresidente, habría renunciado veinte cuatro horas después, demostrando una verdadera responsabilidad, ante los hechos acaecidos.
Pero espero semanas, para tomar la decisión, al sentirse presionado, y que sus excusas no calaron en ningún lado. El gobierno con el capitán Arias, intento minimizar, invisibilizar, y hasta hacer mofa del impacto del memorando, que le creo un efecto boomerang, con un efecto multiplicador, que no tiene parangón en nuestra política desde hace muchos años.
Esa temeraria actitud, de no darle importancia al hecho, a dañado a la alianza del Si, con lo cual la renuncia viene a potenciar y a publicitar, a los del No, poniéndolos de nuevo en la palestra de la noticia.
Muchos han intentado de mostrar a la alianza del No con temas de violencia, y con manipulaciones, tratando de justificar y de igualar el escándalo del memorando, pero no se han dado cuenta, de que no es una competencia de quien es el más malo de la película. Sino que el memorando viene desde las más altas esferas de poder de turno, en la misma casa presidencial, y en un diputado del primer poder de la republica.
El delfín más presidenciable, de esta administración ha caído, y esto puede traer cola, el problema es la falta de celeridad, de tomar las decisiones políticas, a la mayor brevedad posible, para que los daños colaterales se minimicen ese efecto.
Se dieron cuenta tarde los del Si, que el justificar la presencia del gobierno en el apoyo del Si, sin ningún límite, nos ha demostrado como el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.
Es las democracias más avanzadas del mundo, las responsabilidades políticas son instantáneas, así los daños que estos causan a los propios partidos políticos que comparten el poder en alianzas, se va a ver minimizadas.
Pero cuando en política interna nuestro país, esta aún corto, muchos políticos aún no entienden que sus actos tienen causas positivas y negativas, y cuando un capitán, no tiene ni siquiera la más mínima idea de lo que hace su mano derecha, deja muchas puertas abiertas, y por ahí se meten los malos consejos.
Definitivamente, sin don Oscar Arias, cree que con la salida de su delfín, el daño al Si, llego a su fin, yo le diría, que a pesar de toda su trayectoria política y de sus doctorados, aún no conoce a la sociedad civil de Costa Rica, creo que nuestro capitán, aún se cree águila, y anda enrumbado en las alturas, ojala que el referendo lo haga caer a tierra firme y se de cuenta, que los costarricenses, ya no olvidan los escándalos después de tres días, y menos cuando alargaron una renuncia, y como diría Gabriel García Márquez, la caída estaba más que anunciada.