Entre los aplausos y la alegría de la audiencia, una joven camina con confianza en la plataforma del programa America's Got Talent (América tiene talento). Respondiendo a la pregunta de Simón Cowell: “¿Por qué has venido a America's Got Talent?”, Kechi Okwuchi dijo: “Quiero compartir mi voz”. La muchacha de 27 años entonces contó su historia de supervivencia, esperanza y fe inconmovible. Su relato, así como su interpretación de la canción “Thinking Out Loud” (Pensando en voz alta) del autor Ed Sheeran, hizo que tanto el público como los jueces se pararan para darle una ovación. No fue una sorpresa que consiguiera cuatro votos de “sí”.
Una superviviente
Habiendo nacido y sido criada en Nigeria, cantar siempre fue un pasatiempo favorito para Kechi. Dicho pasatiempo se convirtió en terapia luego de un fatídico día en el 2005. Kechi, junto con sesenta de sus compañeros de clase de la Universidad Jesuita de Loyola en Abuya, Nigeria, viajaban en el vuelo 1145 de Sosoliso Airlines, cuando algo terrible sucedió:
A quince minutos de finalizar el vuelo, el piloto anunció que pronto aterrizaríamos en el aeropuerto de Port Harcourt. Yo estaba sentada al lado de mi amiga Toke. De repente, todo cambió; estábamos descendiendo demasiado rápido. Alguien en la parte trasera gritó: "¿Están intentando aterrizar este avión?" Miré a mi amiga y nos tomamos de las manos. Le pregunté: "¿Piensas que deberíamos orar?" Pero antes de que pudiéramos hacerlo, hubo un sonido fuerte y lo próximo que recuerdo es haber despertado en el Hospital Milpark en Sudáfrica. Hasta el día de hoy no tengo memoria del accidente.
El avión, con 109 pasajeros, se estrelló contra el suelo y se incendió. Kechi fue una de solamente dos supervivientes, ella sufrió quemaduras sobre el 65% de su cuerpo.
Encontrando la fe
Kechi pasó los siguientes siete meses en el hospital con la mayoría de ese tiempo en cuidados intensivos, ha tenido más de cien cirugías. Ella acredita su fe, su familia, sus amigos y el canto con darle aliento para seguir.
Antes del accidente, Kechi veía a Dios a través de la fe de su madre: como una entidad para ser respetada y temida. Sin embargo, durante su estadía en el hospital, ella desarrolló su propia relación con Dios, asociando a Dios con amor puro e incondicional, en vez de algo a lo que debía temerse.
Verdaderamente no hay nada como la oración. Ésta refuerza la fe, lo que me da valor. Me tranquiliza cuando las cosas se ponen difíciles de manejar. Si hay algo que aprendí con esta experiencia es el valor de la fe.
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Kechi se mudó a Estados Unidos en 2007 para tener una cirugía reconstructiva, y más tarde se inscribió en la Universidad de Santo Tomás, donde se graduó summa cum laude en 2015. Ella compartió estas palabras en
su discurso de graduación:
Para mí, este grado no es sólo un grado; es un regalo para los sesenta estudiantes que murieron en un accidente de avión en el que estuve diez años atrás. Representa el cumplimiento de una promesa que hice —a esos estudiantes y a sus padres— de alcanzar este hito importante en memoria de los que perecieron.
La vida es una jornada
La vida de Kechi continúa siendo una jornada digna de admiración. Ella está actualmente estudiando una Maestría en Administración de Empresas (MBA) y el canto sigue siendo su pasión. Sin saberlo, un amigo la registró para la audición para la temporada 2017 de America's Got Talent. Cuando los productores la llamaron para decirle que estaban interesados, ella lo tomó con calma. Su fe en Dios y su optimismo han transformado los "por qué" en "¿por qué no?"
Cuando le preguntamos qué palabras de aliento quería compartir con los lectores de La Palabra Diaria, ella respondió:
Continúen avanzando. Cualquier obstáculo que crean que los está bloqueando puede ser superado. No importa quienes sean o donde estén, siempre van a encontrar obstáculos. Nunca se rindan. Alguien en algún lugar está pasando por lo mismo, o por algo peor. Más adelante, mirarán hacia atrás y verán cómo fueron capaces de lograrlo, y eso les dará la confianza para superar cualquier desafío futuro.