"La principal lección a aprender de los Nórdicos no es ideológica sino práctica. El Estado es popular no porque es grande sino porque logra resultados. Un sueco paga mucho más impuestos que un californiano porque obtiene buenas escuelas y salud pública. Los nórdicos han empujado reformas de largo alcance, sobrepasando al cabildeo de sindicatos e intereses empresariales. La prueba es evidente. Se puede inyectar mecanismos de mercado en los programas de bienestar del estado para afinar su ejecución y desempeño. Puede ofrecer programas de ayuda con una sólida fundación para evitar el que las futuras generaciones sean mendigos. Pero se tiene que esta dispuesto a cortar de raíz la corrupción y los intereses creados. Y también se debe estar dispuesto a abandonar las ortodoxias de derecha e izquierda y dar pie a buenas ideas a lo largo de todo el espectro político. El mundo estará estudiando el modelo Nórdico por los próximos años."