Esto es sólo un paréntesis.
No podemos encerrarnos en nosotros mismos,
Señor, para entregarnos a Ti.
Apenas cerramos los ojos
hallamos solamente el desierto de nuestro “yo”,
la náusea de nuestra nada.
Nos da miedo una perfección algebrizada,
con sus mil senderitos y grados.
Señor, con los ojos abiertos
te quisiéramos hallar en los demás,
porque nos sonríes desde todo rostro humano.
Te quisiéramos seguir a pleno sol,
con la naturalidad de tu Evangelio.
Déjanos ser osados.
Nos pareces demasiado adusto en tus santos;
te preferimos a Ti,
desnudo y alucinante.
No hemos nacido para el silencio
porque Tú nos has cargado con tu Palabra.
A Ti te hallamos mejor en el ruido,
en los problemas de los hombres,
en estas personas heridas que se nos acercan.
Jesucristo, tal vez nos sobre petulancia,
pero nos asquean ciertas palabras:
“perfección”,
“virtudes”, “santidad”,…
Palabras de autopsia,
estructuras que ocultan la vida,
tu Vida.
Líbranos del riesgo de volverte a desencarnar.
Señor:
Ojalá no te perdamos
entre tanto andamio.
Poeta,cineasta,periodista y religioso jesuita. Muerto en 1980 golpeado hasta matarlo a palos y rematado con 12 disparos. Es el creador de la obra que fue obsequiada al Papa Francisco