Yo siempre he sentido muy profundamente la Navidad, será porque he creído que el hijo de Dios nació dentro de mi corazón, alma y espíritu.
Por eso en esta Navidad siente, llora, abraza, medite, recuerda, olvida, ama, perdona, comparte, regala amor y esperanza, corre, respira, exhala, duerme, sueña con cosas mejores, aporta, ayuda, se sensible ante la desesperanza ajena, y nunca olvides porque celebras la Navidad, por Aquel que nos enseño a ser mejores seres humanos, que nos hizo nacer de nuevo y a tener esa esperanza que el mundo no nos podrá dar nunca.
Les deseo desde lo más profundo de mi ser que la paz de Dios los acompañe en esta Navidad, que tus padres, tus hijos, tus primos, tus abuelos, tus grandes amigos tengan todo lo mejor hoy y siempre y que podamos construir desde la roca firme un mundo mejor para los que son objeto de todo nuestro amor.
A todos ustedes feliz Navidad.