La época del miedo ha terminado.- Las sociedades árabes aspiran a la libertad que les han negado unos dictadores ajenos a las aspiraciones de libertad de unas sociedades mayoritariamente jóvenes
Un factor esencial de la revolución está siendo Internet y las redes sociales
Otro elemento es que la propia sociedad se sentía humillada
El 68% de los árabes tiene menos de 30 años y conoce la cultura occidental
Los generales se colocaron al lado del pueblo y dejaron caer a los tiranos
En Tahrir a nadie se le ocurrió quemar una bandera de EE UU
La caída de Mubarak fue la señal de que los pueblos podían alzar la cabeza
I met a traveller from an antique land
Who said: `Two vast and trunkless legs of stone
Stand in the desert. Near them, on the sand,
Half sunk, a shattered visage lies, whose frown,
And wrinkled lip, and sneer of cold command,
Tell that its sculptor well those passions read
Which yet survive, stamped on these lifeless things,
The hand that mocked them and the heart that fed.
And on the pedestal these words appear --
"My name is Ozymandias, king of kings:
Look on my works, ye Mighty, and despair!"
Nothing beside remains. Round the decay
Of that colossal wreck, boundless and bare
The lone and level sands stretch far away.'
Me encontré un viajero de antiguas tierras
que me dijo: "dos enormes piernas de piedra, de cuerpo carentes
están en el desierto. Cerca de ellas en las arenas
medio hundido, yace un semblante destrozado, cuya frente
y labio fruncido y rictus de ordenes frías
nos dicen que su escultor bien esas pasiones leyó
que, grabadas en esas cosas sin vida, aún sobreviven hoy,
la mano que de ellas se burló y el corazón que las alimentó.
Y en el pedestal aparecen estas palabras:
"¡Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes soy:
mirad mis obras, poderosos, y que os llene el desespero!"
Nada más permanece. Rodeando los despojos
de esas ruinas colosales, sin límites y somero
el solitario y llano desierto en el horizonte desaparece a los ojos."
El arqueólogo egipcio fotografiado en 2006- AFPLa caída -provisional- de Zahi Hawass resuena en el mundo de egiptología con el estrépito del derrumbe de un coloso. Es la imagen moderna del célebre poema de Shelley Ozymandias sobre la ruina de los todopoderosos, inspirado en la visión de la gran estatua de Ramsés II del Rameseum mutilada, solitaria y medio cubierta por la arena y el olvido. Es difícil imaginar las antigüedades egipcias sin Hawass, hasta tal punto se ha convertido en sinónimo de ellas. Es tan icónico como las momias. Durante años ha encantado a todo el planeta con descubrimientos dorados y misterios a los que despojaba de sus velos -o pretendía hacerlo- sin a la vez dejar de aullar como un Anubis justiciero y rabioso contra todo lo que consideraba un atentado al patrimonio faraónico.
YacobiánEl edificio Yacobián, una novela del dentista-escritor Alaa Al Aswany publicada en 2002 (en España la edita Maeva), ha sido el mayor éxito de la literatura en árabe durante la última década. La historia es simple: cuenta las peripecias de algunos inquilinos del inmueble. Es una novela breve, amena, delicada, espléndida. Y explica mejor que cualquier análisis económico o político por qué en Egipto pasa lo que pasa.
The Yacoubian Building - Trailer
Mi tributo al mundo árabe y a la lucha en el Norte de África.
Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se debe a que los ignorantes están completamente seguros, y los inteligentes llenos de dudas.
El rótulo que vio Dante cuando visitó el Infierno: Abandonad aquí toda esperanza. Pero parece que la esperanza resurge de las cenizas como el Ave Fénix.
Estamos en el principio. Pero afecta a tal volumen de personas y territorio, entraña tantos posibles cambios políticos y geoestratégicos, tanto impacto potencial en la economía mundial, tanto desconcierto en las diplomacias, que cuesta imaginar que el siglo XXI depare muchos acontecimientos de este calado. Llamar a lo que está ocurriendo "revolución árabe" resulta reductivo, porque puede acabar afectando a países no árabes como Irán. También es reductivo explicar la revolución por factores económicos, aunque existan. Las revoluciones se hacen por ideas y sentimientos, y la de ahora se alza como emblema la dignidad humana.