martes, 19 de junio de 2007

Confesión y disimulo. Por Juan José Sobrado Ch.

Excelente análisis de mi estimado Juan José Sobrado, sobre puntos que lesionan gravemente la constitucionalidad del TLC, al grado que sobrepasa hasta las potestades de la misma Sala IV. No se como ira a sortear la sala constitucional este tratado, tendría que hacer magia para poder desaparecer todos los graves abusos y concesiones, lesivas para nuestro país.
Con descalificativos como de revoltosos y abogados de segunda categoría, han tratado de invisibilizar los argumentos de JJ Sobrado. Desearía que muchos costarricenses hubieran sacado el tiempo para informarse, como el abogado Sobrado sobre este TLC, y así tuvieran los argumentos de peso que expone este excelente abogado. He asistido a varias conferencias, donde hay invitados de todos los partidos políticos, y el PLUSC esta ausente, de una manera descarada, al no poder manejar los temas del TLC, que de por si son bien complicados.
En un debate en la UCR, donde estaba invitado un representante del movimiento solidarista, uno de sus argumentos decía, que el costarricense estaba desinformado, ofendiendo la inteligencia de nuestro pueblo, que hoy en día esta más informado que antes, gracias al gran trabajo de los medios alternativos, bloggs, foros, publicaciones, etc. Esta persona no manejaba absolutamente nada sobre el TLC, hasta daba pena ver, que era una de esas personas desinformadas, a la cual él mismo aducía. Quedo claro que como representante del solidarismo, estaba desinformando de una manera perversa a sus agremiados.
Veremos el salto de conejo que podría dar la Sala constitucional, para poder brincarse todas las inconstitucionalidades que arrastra este TLC.


Confesión y disimulo
Por Juan José Sobrado Ch.
Don Alan Thompson y otros distinguidos colegas defensores del TLC, confesaron y explicaron, en su artículo "Más sobre el TLC" publicado en La Nación del 15 de enero pasado, que el privilegio del TLC a los nuevos inversionistas de las Partes, con exclusión de los costarricenses aquí y de los extranjeros de otros países, de demandar en arbitraje obligatorio al Estado respecto de cualquier materia y según lo establece el correspondiente Capítulo 10, se debía a que los primeros desconocían "el sistema legal y judicial" de Costa Rica.
Por implicación necesaria, defendieron entonces que pudiesen poner sus propias leyes o pactar con los funcionarios las reglas del caso, según lo permite la cláusula 10.22 de ese Capítulo, porque de otra forma tendrían que aplicárseles las desconocidas leyes de Costa Rica, que se trata de evitarles, según lo confiesan públicamente. Por tanto, abogaron también por la obligatoriedad exclusiva del arbitraje contra el Estado sobre todo tipo de materias, y sobre la base de que podían elegir su discreción la jurisdicción y la ley aplicables, tal como en forma inequívoca lo establece el artículo 10.22 de ese Capítulo. ¡Pobrecitos sus protegidos, que tantos privilegios requieren!
No para ahí la cosa, sino que incluso los inversionistas ya establecidos de esos mismos países, quedan en posición de desventaja, aunque menor. Sucede que la posición de ventaja plena se le otorga los organizados como empresas extranjeras con sucursales en Costa Rica, lo que no es el caso de los actuales, que están organizados como empresas costarricenses de propiedad extranjera -lo que no les quita su carácter de costarricenses- porque así les conviene para su organización fiscal y regulatoria. No cabe además que una empresa extranjera se transforme en una nacional, por su distinta naturaleza, de modo que esa la situación es irreversible, aparte de que sus consecuencias en cualquier caso lo impedirían.
No cabe alegar tampoco que el Capítulo Diez en su ininteligible cláusula 10.16.1.b, permite que el inversionista demande a nombre y representación de la empresa costarricense que le pertenece, porque para eso: a) habría que agregar ahí las palabras necesarias para eliminar la contradicción actualmente existente; b) porque si así fuera, la inconstitucionalidad por discriminación sería peor, ya que existirían personas costarricenses con privilegios que otras no tienen, solo porque sus dueños son extranjeros. Como si entre personas físicas costarricenses se permitiese una ventaja discriminatoria solo porque los padres de uno fuesen extranjeros. Absurdo que implica retornar al Estado de clases abolido por la Revolución Francesa hace casi tres siglos.
En su contestación "TLC e inversiones" del 25 de mayo pasado, don Alan reitera que el arbitraje así indicado obedece también al "respeto a los contratos y a los derechos adquiridos". Sin embargo, intenta confundir ambas confesiones, mezclando indebidamente en esa contestación, a la inversión como activo del inversionista o de terceros, que es a lo que se refiere el artículo 10.28 -que aduce de argumento en su réplica- con el régimen aplicable a la actuación del inversionista como tal, o sea a su empresa, que es otra cosa. La diferencia clara entre ambas situaciones la hace el artículo 10.1, que regula la aplicación del Capítulo 10, al poner como cosas distintas las relaciones estatales con el inversionista como tal ( 10.1.a), por una parte, y por otra las atinentes con los titulares de cualesquiera activos de propiedad extranjera (10.1b), que pueden ser o no componentes de una empresa, pero que para el caso son relaciones diferentes que la normativa del Tratado distingue. En el mismo sentido diferencia en su introducción el propio artículo 10.28, aparte de que la regla expresa ya indicada del artículo 10.22, no admite excepción, porque lo oscuro se interpreta y lo claro simplemente se aplica, ya que de otra manera se viola. Una cosa son por tanto, las disputas sobre los activos considerados aisladamente ( 10.28), y otra las relativas al actuar de la empresa en marcha (10.22).
Queda entonces claro, que el TLC con fuerza superior a la ley, según se pretende, pone a los empresarios nacionales, y a los otros extranjeros, en franca desventaja respecto de sus nuevos competidores extranjeros del CAFTA que se instalarían bajo el TLC, porque éstos, a diferencia de aquellos, pueden poner su propia ley y disponer de una jurisdicción privilegiada. También a los extranjeros de las mismas Partes del TLC instalados con anterioridad, ya que en materia de concesiones, el CAFTA rige para las que se otorguen a partir de su fecha, y porque, operan según se dijo como sociedades costarricenses -por conveniencias instrumentales y fiscales- y no de sucursales aquí de empresas extranjeras. También discrimina a la importante inversión extranjera, del resto del mundo (europea, asiática, sudamericana) que no es parte del TLC, existente y futura.
Todos estos excluidos, en todo o en parte, quedan en posición de desigualdad como empresarios, según se desprende forzosamente hasta de lo confesado y aceptado públicamente por el señor Thompson, conjuntamente con los más distinguidos abogados defensores del TLC.
Pero además el TLC otorga otro privilegio para tales nuevos inversionistas, que les da una ventaja en contra de los nacionales aquí -así como en buena medida de los de esas mismas Partes ya instalados- y en su totalidad de los extranjeros no miembros del TLC. Al hacerlo viola las competencias constitucionales exclusivas e inviolables de la Sala Constitucional, según se explica a continuación.
Se trata de la garantía contra la denominada expropiación "indirecta" (art. 10.7.1), cuyo juzgamiento traslada en exclusiva a los tribunales arbitrales, pese a que nuestra Constitución lo reserva en forma expresa y exclusiva a la Sala Constitucional ( art.10). Solo la Sala Constitucional podría resolver conforme al artículo 10 de la Constitución, cuando una limitación a la propiedad, según lo permite el artículo 45 de la Constitución, es legítima y no indemnizable, y cuando ilegítima y por tanto indemnizable. No obstante aquel artículo 10.7, en relación con el Anexo C que contiene los criterios a aplicar por los tribunales arbitrales, se lo traslada en exclusiva a éstos arrebatándola a la Sala. Violación evidente y clara a su competencia y exstencia que la Sala Constitucional en modo alguno podría consentir.

Agrava la cosa que a los tribunales arbitrales se les plantea como frontera máxima de la limitación legítima, la noción de bienestar público entendido como "orden público", pese a que delimita un espacio más restringido que el de "interés público" que señala la Constitución. En el mismo sentido se produce la doctrina de los "substantive rights", que la jurisprudencia norteamericana señala como espacio mínimo a respetar, mas allá del cual se permiten limitaciones legítimas y en forma aún mas amplias que las nuestras.
La Ley del "fast track" (Trade Promotion Authority del 2002), le había ordenado a los negociadores norteamericanos que los inversionistas extranjeros en los Estados Unidos no podrían tener derechos substantivos mayores que los locales, lo que impedía ponerlos en el TLC, porque en su carácter multilateral obliga también a los Estados Unidos.
Al saltarse tal orden los negociadores, e incorporar lo que se comenta en el Capítulo Diez del TLC, y ante la disyuntiva de que si se aprobaba así, los inversionistas extranjeros tendrían en los Estados Unidos los privilegios abusivos e inconstitucionales mencionados, su Congreso se vio obligado a cerrarles la entrada. Por eso, en las Secciones 102 y 106 de la ley de aprobación e implementación del CAFTA (HR-3045), el Congreso de los Estados Unidos, tajantemente dispuso que nadie en su territorio, salvo los Estados Unidos, podría alegar derecho alguno con base en el TLC salvo los expresamente permitidos en dicha Ley, que se refieren a los puramente arancelarios y aduaneros.
Dado que aún así le quedó la espinita a los Estados Unidos, de que lo firmado en el TLC los sigue obligando en el ámbito internacional, y que ello es una amenaza a su seguridad, la mayoría del Congreso está exigiendo -ahora en relación con los TLC pendientes, pero con igual razón respecto de los ya ratificados- que tales cláusulas se renegocien para que los inversionistas extranjeros no tengan mayores privilegios que los locales, que es lo que estamos pidiendo.
De modo que ahora se da la paradoja -que demuestra lo absurdo de quienes nos critican, y apoyan esta parte del TLC- que los Estados Unidos repudian lo mismo que nosotros repudiamos, y exige cambiarlo, y que por pretenderlo nosotros, se nos trata de descalificar con la etiqueta de "revoltosos" y "abogados de segunda categoría". Asimismo, que la mayoría de la Asamblea Legislativa pretende crucificar al pueblo de Costa Rica con esta mengua evidente a su soberanía, y que el gobierno pretende que la Sala Constitucional la apruebe en evidente violación a la Constitución. Por tanto, y para colmo del absurdo y de la paradoja, que es la mayoría del Congreso de los Estados Unidos quien defiende a Costa Rica de esta indignidad.
De nuestra parte está la institucionalidad norteamericana apoyando al pueblo de Costa Rica, y de parte de quienes pretenden aquí crucificar al Estado, un inexplicable fanatismo y la ceguera ante lo evidente. Absurdo, ¿no?
Finalmente, no es cierto como lo dice el señor Thompson, que reglas iguales ya figuran en otros tratados. En el de México sí, como lo dije desde un principio. El de Canadá, al igual que el de Chile, aunque parecidos, no hacen automático el consentimiento genérico, al consentimiento en el convenio escrito ante el CIADI, momento en que se aparta lo que no es arbitrable. El de España queda sujeto al CIADI, donde el Estado debe consentir. Todos los otros en forma alguna son iguales al arbitraje en el CAFTA en todo lo que se le objeta.
Lo absurdo entonces es negar lo ya confesado -en todo caso evidente- y pretender que no existe, lo que precisamente por existir, y resultar ilógico y lesivo, fue repudiado por los propios Estados Unidos. Estoy a favor del libre comercio, pero no así.

jueves, 7 de junio de 2007

RECUERDE QUE EL REFERENDUM CONSULTIVO SE PUEDE GANAR POR UN VOTO.


RECUERDE QUE EL REFERENDUM CONSULTIVO SE PUEDE GANAR POR UN VOTO.





El T.S.E ( El Tribunal Supremo de Elecciones ) ha puesto a disposición de la Ciudadanía una página electrónica adonde se puede consultar el respectivo distrito electoral de cada costarricense, con solo introducir su nombre completo o número de cédula.

Su dirección es : http://consultas.tse.go.cr/tse/can_consultas.can_010

miércoles, 6 de junio de 2007

De Made in Taiwan, a Made in China

El poder del gigantesco mercado chino, con un papel y un peso en la geopolítica mundial, China se vislumbra como una superpotencia de alcance mundial. Con una visión de mundo nueva para Costa Rica, el gobierno de don Oscar Arias, apuesta a la China. Si no pasa el TLC con EU, la diversificación del destino de nuestras exportaciones, Costa Rica amplia sus relaciones económicas internacionales, y que mejor que el mercado chino. ¿Miramos hacia China? debemos mirar más halla de China. Supongo que ahi se cumple lo que dijo don Pepe hace muchísimos años, los dólares soviéticos no vienen en color rojo, dijo en esa ocasión . Tanto escándalo con los comunistas y ahora prefieren establecer relaciones con China continental. Definitivo, el poderoso dragón rojo, su gran crecimiento económico, y siendo la potencia del futuro, el gobierno del Capitán, decide por China. Al carajo los taiwaneses, después de más de sesenta años de amistad, de haber financiado al PLUSC, y ayudar en muchos proyectos en Costa Rica, el capitán les dio la espalda. No es fácil vender en el mercado chino, debe haber una planteamiento mas importante, viendo también hacia Indonesia, ver hacia la India, con una nueva embajada, y aún más importante que los intereses geopolíticos actuales. Por ser un mercado gigantesco, y por tener un peso geopolítico de suma importancia, China se vislumbra como la megapotencia más pronta, en el concierto de naciones, con lo cual en foros internacionales a Costa Rica le sirve las relaciones económicas y políticas con la emergente China. Como socio comercial Costa Rica no le desconoce la importancia con Taiwán, en sus relaciones comerciales, pero sacrifica sus relaciones diplomáticas.

domingo, 3 de junio de 2007

La mayoría de la Universidad de Costa Rica está contra el TLC


Importante pronunciamiento de la UCR sobre el TLC.


La mayoría de la Universidad de Costa Rica está contra el TLC
Frente de la UCR contra el TLC

La gran mayoría de estudiantes, profesores, investigadores y trabajadores administrativos de la Universidad de Costa Rica (UCR) y de las universidades públicas están en contra del tratado. Entendemos la preocupación de los partidarios del tratado ante esta realidad. Por ello orquestan una campaña para silenciar a la Universidad de Costa Rica. El primer intento lo llevaron a cabo unos pocos estudiantes de Derecho y Ciencias Económicas. Nuestra posición frente a esta campaña es la siguiente:


En la UCR ha habido y sigue habiendo un debate democrático sobre el TLC. En los últimos tres años, en la UCR se han organizado gran cantidad de debates y foros, en muchos de ellos hubo participación de ambas partes. En muchas otras actividades, los representantes a favor del tratado no quisieron participar o, simplemente, no llegaron a pesar de haber sido invitados. El desprecio a debatir no es reciente. Se inició con la negociación misma del tratado en que los negociadores no aceptaron debatir ni el proceso ni los resultados, continuó durante el proceso electoral en que el expresidente Arias no discutió el TLC y después de la elección, bajo el argumento de que Oscar Arias había ganado y tenía derecho a imponer el tratado, obviando que el resultado electoral reflejaba una realidad palmaria: el país está dividido. Además, este grupo consideraba innecesario debatir porque en la Asamblea Legislativa contaba con una mayoría incondicional e irreflexiva de 38 votos que supuestamente les aprobaría el tratado. Por ello, los diputados favorables al tratado rehuyeron al debate parlamentario.
El desprecio al debate público ha sido y sigue siendo acompañado por una campaña multimillonaria a favor del TLC orientada no a educar o fomentar la discusión de fondo, sino a generar miedo y desinformación en la ciudadanía.
En ese mismo contexto, en la Universidad de Costa Rica se generaron y generan gran cantidad de discusiones, debates, reflexiones, investigaciones, programas de radio y televisión que arrojan argumentos sólidos y contundentes sobre el impacto negativo que tendrá este tratado en el desarrollo nacional. La gran mayoría de los estudios de las universidades públicas sobre el TLC indican claramente que éste hará más ricos a los ricos; tendrá un efecto destructivo sobre los servicios públicos, incluyendo la salud, la educación, las telecomunicaciones y la energía; destruirá cientos de miles de empleos, más que los que generará, y será particularmente negativo para miles de micro, pequeñas y medianas empresas. A ello se suma la existencia de roces constitucionales. Estas conclusiones no son resultado de ocurrencias antojadizas sino resultado de un estudio exhaustivo, serio y sistemático del tratado y por lo que ha sucedido en otros países que han firmado tratados similares, tales como México y los resultados negativos que está obteniendo el resto de Centroamérica después de la firma del tratado.


¿Por qué ahora los del Sí quieren debatir? Gracias al referendo se abrió un escenario inédito: la gente común y no la clase política tomará la decisión fundamental sobre el TLC y el futuro del país. Eso hará que mucha gente busque información seria para definir su posición. Sin lugar a dudas, la ciudadanía recurrirá a la UCR y a las otras universidades públicas para informarse y tomar su decisión. Es a esto a lo que temen los partidarios del tratado porque la gran mayoría de la comunidad académica nacional, al igual que la Defensoría de los Habitantes y, en general, la intelectualidad costarricense, han llegado a la conclusión de que este tratado, tal y como fue mal-negociado, debe ser rechazado.


¿Debe la UCR ser neutral? Acorde con el Estatuto Orgánico, la UCR debe garantizar la libertad de cátedra y la diversidad de pensamiento. Hasta el momento, no hay ni una sola denuncia formal de persecución ideológica por parte de estudiantes o profesores y, mucho menos, se han dado sanciones a quienes tienen una posición favorable al tratado. Emplazamos a los profesores y estudiantes favorables al tratado que han sido amenazados o se les ha impedido ejercer su derecho a ejercer la libertad de cátedra o de opinión a que presenten denuncias con pruebas y evidencias concretas. Sino, sería evidente que son parte de un juego mediático que no solo intenta silenciarnos y, peor aún, que busca poner en riesgo la autonomía universitaria garantizada por los artículos 84 y 85 de la Constitución Política.


La UCR no ha dejado de realizar debates sobre el TLC. Ojalá que los partidarios del tratado hagan acto de presencia y debatan. Además, las unidades académicas y los grupos universitarios continúan ejerciendo su derecho a organizar actividades que permitan profundizar el análisis sobre el efecto negativo del TLC en el desarrollo nacional. Si los partidarios del tratado no están satisfechos con la situación actual, les instamos a que organicen debates y actividades académicas. Nada se los impide. Si nos invitan a participar, a diferencia de ellos, haremos acto de presencia en cualquier actividad a la que nos convoquen porque confiamos en la solidez de nuestros argumentos y de nuestras convicciones. Nosotros les emplazamos desde este momento a debatir sobre las universidades públicas y el TLC en el lugar, día y hora que nos indiquen.

¿Y el debate nacional? Pareciera que los partidarios del tratado tienen una doble medida de lo que es el equilibrio: una dentro de la UCR y otra a nivel nacional. Es así como frente a la puntillosa exigencia de equilibrio que se le hace a la UCR se guarda un silencio sepulcral frente a la forma descarada en que el gobierno sigue usando recursos públicos para hacer campaña a favor del tratado, o no se le exige a canal 13 acceso equitativo para ambas partes, ni se censuran los cierres de programas contrarios al tratado y mucho menos se le exige a los medios comerciales de comunicación que hacen una campaña permanente y tendenciosa a favor del tratado a que mantengan un equilibrio en el acceso democrático a ambas partes.
Sobre la toma de la posición institucional de la UCR contra el TLC. Manifestamos nuestra convicción de que las posiciones contrarias al tratado que han asumido el Consejo Universitario y la Rectoría por medio de la Comisión de Roces Constitucionales del TLC, son absolutamente acordes con el Estatuto Orgánico de la UCR que en su artículo 3 indica:


"La Universidad de Costa Rica debe contribuir con las transformaciones que la sociedad necesita para el logro del bien común, mediante una política dirigida a la consecución de una justicia social, de equidad, del desarrollo integral, de la libertad plena y de la total independencia de nuestro pueblo."


En esa línea, estas posiciones responden al modelo humanista, crítico, democrático y solidario de nuestra Universidad y, sobre todo, representan el sentimiento mayoritario de docentes, trabajadores administrativos y estudiantes que en su gran mayoría se inclinan por el rechazo del tratado.


Dado el 3 de junio en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio,Por el Frente UCR contra el TLC
Montserrat Sagot
Luis Guillermo Solís
Marielos Giralt
María Eugenia
BozzoliSonia Solís
Alberto CortésJosué Arévalo

sábado, 2 de junio de 2007

La Guerra de los Seis Días: Errores tácticos, choque de estrategias


Uno de las guerras más rápidas del siglo XX. Israel en la guerra de los seis dias, con un ataque preventivo, trajo consigo una confrontación de alto impacto, y como consecuencia los ejércitos árabes son derrotados. El general Moshe Dyan, arrasa antes de despegar de los aeropuertos a la aviación, de los distintos países árabes. Con esto se marca un hito en el Medio Oriente, la potencia regional, aliada de los Estados Unidos de Norteamérica, salta al a palestra mundial, al ganar una guerra en seis días, con lo cual emerge como la potencia regional y la única verdadera democracia en el Medio Oriente.
El primer ministro de Israel, Levi Eshkol, envió un mensaje al rey Hussein de Jordania: "No emprenderemos acciones contra Jordania, a menos que nos ataque
En 1973, el día del Yom Kipur, el día más sagrado por los judíos, Golda Meir decía que no creía que los atacaran sus enemigos ese día, algo que fue equivocado y los árabes iniciaron un ataque ante el cual nunca saldría victoriosos, solo por pedido de los norteamericanos, la primera ministra de Israel, decidió no llegar al Cairo, con su poderoso ejercito victorioso y así no avergonzar más a los árabes. Adjunto una parte de un artículo de Le monde Diplomatique, para su análisis y en recordatorio de que es la zona más volátil y conflictiva del mundo, donde se decidirá el futuro del mundo, no solo por sus yacimientos petroleros, sino por los conflictos étnicos y sus extremismos religiosos.

Al amanecer del 5 de junio de 1967, cuando el ejército israelí lanzaba su ataque contra Egipto, nadie podía imaginar que cuarenta años más tarde sus tropas seguirían ocupando territorios árabes conquistados durante la ofensiva.
Nadie imaginaba tampoco que una guerra tan breve transformaría la región. La derrota de Nasser y del nacionalismo árabe alegró a Estados Unidos, Israel y las monarquías árabes. Pero esa derrota aceleró la emergencia del islamismo político y la afirmación de la resistencia palestina. La incapacidad de las
Naciones Unidas para hacer aplicar las numerosas resoluciones destinadas a establecer una paz justa en la región contribuyó al desprestigio de las potencias occidentales. Por último, la situación de “ni guerra ni paz” facilitó la extraordinaria longevidad de los gobiernos autoritarios árabes, que contaron a menudo con la bendición de Estados Unidos.
Claro vencedor en esta tercera confrontación con sus vecinos árabes, después del conflicto de 1948-1950 y del de Suez en 1956, Israel, al negarse a devolver los territorios conquistados, al mantener bajo ocupación a una población palestina rebelde, al considerar el uso de la fuerza como la única manera de resolver los problemas, se fue hundiendo en una profunda crisis política y moral, uno de cuyos síntomas son los repetidos escándalos de corrupción.
El conflicto de 1967, que además fue fruto de cálculos equivocados, confirma que la guerra rara vez es la antesala de la paz.


por Henry Laurens

viernes, 1 de junio de 2007

Los partidos políticos frente al referéndum




Asiste ayer jueves 31 de mayo, al miniauditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR, al foro sobre el Referéndum, en las cuales participaron los siguientes invitados:
Fernando Sánchez (Partido Liberación Nacional)
Leda Zamora (Partido Acción Ciudadana)
José Merino (Frente Amplio)
Juan Carlos Hidalgo (Movimiento Libertario)



El evento de anoche fue excelente, me pareció muy equilibrado y respetuoso. Hubo tres participantes, Leda Zamora la diputada del PAC, José Merino de FA; y Juan Carlos del ML. Las exposiciones estuvieron muy bien de todas las partes, la gran sorpresa fue que ni del PLN y ni del PUSC llegaron al foro, a pesar que fueron cordialmente invitados. La diputada del PAC, defendió la posición de su partido referente al referéndum, y hizo una exposición del porque están con el NO y sus implicaciones. Juan Carlos Hidalgo, expuso muy claramente la posición del ML, de que están a favor de libre comercio, y de libre elección a la que tienen derecho todos los costarricenses a la hora de elegir, que estan a favor del TLC y que apoyan el SI. José Merino por su lado hizo su participación sobre el referéndum y del porque del NO y del trabajo que desde FA se hace con respecto al referéndum. Después las preguntas de los estudiantes estuvieron muy bien, una pregunta que me llamo la atención fue la que le hicieron a JC, sobre si el ML es oficialista o es oposición, ahí se explico la futura posición del ML, sobre la apertura al estilo Mexicano que parece que el PLUSC desea implementar y JC explico claramente que eso no va a ser apoyado bajo ninguna circunstancia por el ML, que ellos apuesta a una apertura total. En cuanto a la ausencia de los otros dos invitados del PLN y del PUSC, se noto su ausencia, en el sentido que es el partido LN el que esta en el poder, no se hizo presente en una actividad, sobre esto se adujo que no solo a esa actividad han faltado sino a muchos otros foros, ante la falta de conocimiento que tiene sobre el documento del TLC, y no se arriesgan a quedar mal parados, ante preguntas a las cuales no van a poder contestar. Merino comento sobre esto, que COMEX les hizo un pequeño documento a ver si podían entender algo sobre el TLC; pero parece que aún así se ausentan de dichas presentaciones. Se hablo sobre el financiamiento de las campañas para incitar a los costarricenses ir a votar, sobre los fondos públicos que se podría destinar a esas actividades. A Juan Carlos le llamo la atención a como lo ha explicado en su blogg, de que ciudadanos desconfíen del TSE o de alguna otra institución democratica, en ese sentido Merino explico que los ciudadanos tienen todo el derecho de dudar, que son las instituciones las que deben demostrar que son confiables y explico que él ha pedido al TSE que controle las donaciones y este organismo, le han respondido los del TSE que no lo puede hacer. Y explico Merino, que en campañas pasadas dineros mal habidos han sido usados para campañas electorales y por eso la ciudadanía desconfía. Al final JC en tono jocoso dijo que no se van a robar la Isla del Coco, y Merino dijo que en la versión número tres del TLC en una pie de página en donde casi no se lee, dice que la Isla del Coco pertenece a Costa Rica, esto en alusión de que los EU no reconocen más allá de las doce millas marítimas. En lo personal, pienso que la actividad fue un rotundo éxito, los tres participantes estuvieron a la altura, a pesar de que se pensaba que para JC podía ser un terreno algo hostil, no llego ni con casco ni con chaleco antibalas. Los jóvenes que estaban ahí, ya que estaba lleno el mini auditorio, y había gente hasta de pie, respetaron las posiciones de los participantes. Fue un excelente ejercicio, y lo mejor de todo, se desnudo, la falta de participación del PLUSC, y su ausencia, lo que denota es un total desconocimiento de la materia, con lo que deja un vació y un sin sabor no tenerlos ahí para saber que es lo que piensan de todo el quehacer alrededor del referéndum y del TLC.


Al final los tres participantes estuvieron de acuerdo, que con el referéndum Costa Rica es la que gana, y los partidos que son verticales o estáticos, tienen un gran reto, ya que el referéndum le devuelve el poder al pueblo y si estos partidos no evolucionan con la partidocracia, corren el riesgo de salir de la escena política, más con la creciente crisis en dichos partidos.